La solución a la financiación naval no supone más contratos
Barreras negocia a contrarreloj. Está en la cuerda floja desde que entró en concurso de acreedores con un agujero de más de 60 millones de euros. Si en menos de un mes no consigue plantear un convenio anticipado "se acabó todo", señalan fuentes sindicales. El constructor tendría que acudir a la liquidación y casi nadie cobraría, porque su capital social apenas cubre el 20% del pasivo. Eso en el supuesto más pesimista, porque si existe un consenso en Vigo está en la necesidad de mantener a flote la industria que gira alrededor de los astilleros.
El problema es qué pasará el día después de que se resuelva la suspensión de pagos. Mucho se ha hablado de lo necesario que es el sistema de financiación del naval (tax-lease), que permite rebajar los costes de un buque hasta en un 20%, pero de los cuatro precontratos que tiene Barreras solo uno depende del famoso esquema que la UE ha cuestionado. Y, aunque la semana que viene se dará a conocer un régimen que sustituya al tax-lease, "los pedidos no aparecerán por arte de magia", como reconocen desde el propio sector.
Francisco González Viñas, presidente de Barreras, es más optimista. "Estamos ultimando el plan de viabilidad y tenemos varios proyectos para hacer un ferry y tres buques arrastreros congeladores para Rusia". Confía en obtener de la Consellería de Economía el respaldo necesario para seguir "haciendo barcos como se han hecho siempre".