"Ideé la burbuja de aire puro por una película de Travolta"

"Pon Xavi Trillo o Xavi Burbuja, lo que quieras", sugiere tras dar su número de móvil. Es la identificación del autor con su obra, una burbuja de plástico en la que solo hay aire puro, al 99,99%. Un invento que Xavier Trillo (o Xavi Burbuja) ha logrado introducir en el mundo del deporte y se abre camino en otros sectores. "Me preocupaba mucho el problema de los virus en los quirófanos y el deterioro del aire", afirma; pero ha sido el deporte, en particular el tenis, el que le ha dado el impulso.

Cuando el pasado domingo Rafael Nadal se preparaba para saltar a jugar contra el francés Jo Wilfred Tsonga en el partido que daría a España el pase a la final de la Copa Davis, ya había pasado por su burbuja. Esta acompaña al equipo español desde hace dos años y es frecuente en muchos torneos, donde la Federación Española de Tenis la pone a disposición de los jugadores nacionales. "La usan a diario y la valoran por sus efectos positivos, hasta el punto de que Nadal la recomienda en su fundación para el tratamiento de enfermedades respiratorias infantiles", señala Trillo, que lleva con afecto el mote que le ha dado la familia tenística.

Nadal y deportistas de élite usan el sistema creado por este emprendedor

La burbuja no tiene que ver con la cámara hiperbárica. Consiste en una esfera de 3,5 metros de diámetro -hay una más pequeña en forma de iglú de tres por dos-, que, mediante un sistema de filtros, purifica el aire de elementos exógenos (virus, bacterias, agentes alergénicos...). Además, absorbe los contaminantes gaseosos que no son filtrables. Resultado: un aire sin adulterar. "Los pulmones necesitan aire puro de la misma forma que los riñones necesitan agua", detalla este barcelonés de 54 años mientras degusta unas cigalas, uno de los platos que han hecho famoso al restaurante que ha elegido para cenar.

"La idea surgió en 1976 tras ver la película El chico de la burbuja de plástico, protagonizada por John Travolta, en la que un niño con insuficiencia inmunológica se ve obligado a vivir en una burbuja", desvela. El plan anidó en su cabeza hasta 2004, año en el que constituyó Zonair 3D tras la investigación hecha por la Universidad Politécnica de Barcelona. Después de llamar a muchas puertas, conectó con la federación de tenis y su jefe médico, Ángel Ruiz-Cotorro, que se convirtieron en su catapulta.

Ahora tiene clientes en cosmética, servicios (hoteles, gimnasios...) y deporte (motociclismo, ciclismo, fútbol y atletismo, además de tenis) y avanza en asistencia hospitalaria (le apoya la Sociedad Española del Aparato Respiratorio), defensa, industria y restauración de obras de arte. Da trabajo a 28 personas, está en 14 países y ha repartido más de 300 unidades. El precio va de 7.700 y 9.000 euros.

Lo de emprendedor le viene de familia. Su padre, Luis Trillo, fue el creador del Blanco Nuclear el año en que él nacía. A los 17 años comenzó a trabajar en la empresa familiar. Pero su vida dio un giro radical en 1994, cuando sus dos hermanos decidieron vender la marca con su oposición. Entonces se lio la manta a la cabeza. Se subió a un tren y acabó en Pollarnie Zori, la última estación del norte de Rusia. Durante cinco años le acogió una familia que luego traería a Sitges.La experiencia polar le enseñó a valorar la vida y le animó a la aventura empresarial. Y, de paso, recuperó el blanco nuclear (solo en Francia) como homenaje a su padre, que ahora tiene 96 años.