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Fabra pide auxilio al Estado para pagar a los acreedores

La Generalitat valenciana, que preside Alberto Fabra, del PP, empieza a reconocer que no puede afrontar la deuda con sus proveedores y ha decidido pedir ayuda al Estado. "¿Por qué no actúa el Gobierno de España?", se preguntó ayer el consejero de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela, ante el pleno de las Cortes Valencianas, después de haberlo hecho responsable de la gravedad que la crisis económica ha llegado a alcanzar. Pero no se refería a actuaciones de la Administración central. Lo que estaba pidiendo era que colocara en las famosas subastas de deuda pública también la de la Generalitat, que ya no consigue venderla en el mercado, pese a que le resulta imprescindible para poder pagar a los proveedores. En otras palabras, el Consell tiene un gravísimo problema de liquidez, que solo resolverá con ayuda del Estado.

La Generalitat quiere que el Gobierno central coloque su deuda

No quiso identificar su llamada de socorro con la reivindicación concreta de los llamados hispanobonos que se ha planteado desde Cataluña, pero no evitó citar al exconsejero socialista catalán Manuel Castells para apoyar sus demandas: "No es cierto que la mayoría del déficit sea de las comunidades, ni que sea producto del descontrol, del despilfarro o de los excesos en el gasto público, porque tiene su origen en un hundimiento de los ingresos".

El consejero de Hacienda y Administración Pública tomó el asunto en el punto en que lo dejó el miércoles, también ante las Cortes, su colega de Economía, Industria y Comercio, Enrique Verdeguer, cuando advirtió de que los pagos a los proveedores están condicionados a que "se reabran los mercados de deuda y se reasignen los fondos de gasto corriente". Aunque, a diferencia de aquel, enfundó su intervención en todo el argumentario de descalificaciones al Gobierno y de victimismo.

Vela culpó al Gobierno de España de "tibieza ante la crisis", de "falta de reformas estructurales y valientes", de "dar bandazos" y de haber pasado de "regalar 400 euros a todos para, seguidamente y como solución más fácil, reducir de golpe el sueldo de los funcionarios". Implícitamente, exculpó a la Generalitat Valenciana de cualquier responsabilidad y solo en el turno de réplicas, ante las críticas de la oposición, quien ha sido alto cargo de Economía con José Luis Olivas, Vicente Rambla y Gerardo Camps como consejeros, a los que citó en su intervención, asumió personalmente un fallo, que parecía una enmienda a la totalidad: "No haber sido capaz de valorar la dimensión de la crisis".

El titular de Hacienda y Administración Pública acusó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de haber "venido demonizando deliberadamente a las comunidades autónomas, haciéndolas responsables de una crisis que, desde luego, ellas no han generado". Y, acto seguido, señaló que la Generalitat redujo en 2010 las obligaciones reconocidas en 498 millones de euros pero asumió que ya no tiene capacidad de poner deuda en el mercado, lo que impide pagar a los proveedores.

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