Fenoll, su hijo y Artacho plantan al juez de Dénia

En alguna de sus variantes, el caso Brugal ha tomado tintes pintorescos. Ayer, tres de los 11 imputados en la ramificación que investiga la adjudicación de una planta de tratamiento de basura en Calp en 1998 al empresario Ángel Fenoll no acudieron a prestar declaración al juzgado de Instrucción número 1 de Dénia por causas desconocidas.

Según fuentes judiciales, Fenoll, a quien se le intervinieron en Orihuela unas grabaciones que dieron origen al caso, y su hijo Antonio Ángel no se presentaron en la sede judicial porque el juzgado de Orihuela, al que el de Dénia envió un exhorto para notificar su comparecencia, no ha pudo contactar con ellos en el domicilio que aparecía en el sumario. El juez de Dénia pidió a la policía que averigüe el domicilio de ambos emitiendo una orden de localización. Los dos están en libertad bajo fianza por un importe conjunto de más de 400.000 euros tras ser detenidos en el curso de la investigación del juzgado número 5 de Orihuela que inició el caso Brugal. El mismo juzgado de La Vega Baja que ahora no ha podido notificar la citación de Dénia no había tenido hasta ahora ningún problema para llamar a declarar a los Fenoll.

La policía recibe una orden para la localización del empresario

Tampoco se presentó ante el juez Francisco Artacho, cuñado del exedil Juan Roselló, imputado por los mismos delitos genéricos de cohecho, tráfico de influencias y prevaricación que el resto. Artacho está acusado por la investigación de haber ejercido labores de intermediario y comisionista entre el empresario y varios ediles y funcionarios con quienes Fenoll habría pactado una comisión de 600.000 euros por la adjudicación. El supuesto comisionista estaba citado el martes, pero eludió la visita al juzgado con una notificación previa de su abogado en otra sede judicial. La citación se aplazó un día y ayer tampoco acudió, así que el juez de Dénia decretó su citación con apercibimientos legales, lo que quiere decir que si la próxima vez no acude, será conducido al juzgado por la policía.

Juan Roselló, uno de los presuntos concejales receptores del dinero que repartió Fenoll, se acogió a su derecho a no prestar declaración. Sí que lo hicieron los dos técnicos municipales imputados. José Luis Faubel, el ingeniero que informó la adjudicación y se encargó de la concesión hasta 2001, justificó que se le concediera la planta a la empresa Colsur de Ángel Fenoll a pesar de haber presentado Urbaser otra oferta más barata en que el aspecto económico fue uno más de los que tuvo en cuenta. Faubel dijo al juez que las certificaciones las hacía en función de los tiques de pesaje, albaranes y matrículas de los camiones que llevaban la basura y que la empresa facilitaba al departamento de Intervención. También reconoció que detectó desviaciones en las toneladas facturadas.

El sustituto de Faubel, Juan Cervantes, negó que fuera el encargado del control de los pesajes de basura, aunque reconoció que le constaba que no coincidían los pesajes. Por último, el exedil Fernando Penella aseguró que desconocía si había vigilante municipal en la planta de basura y que no recordaba que Faubel y Cervantes le comentaran irregularidades.