100 días de críticas a los que se fueron

Esperar a que se cumplieran 100 días para criticar la gestión de un gobierno era antes una norma de cortesía que se solía respetar. En los últimos tiempos, no es que haya caído en desuso, es que se le ha dado la vuelta completa. La proximidad de las fechas electorales -prácticamente, citas con las urnas encadenadas- y el clima enrarecido del abismo de la crisis económica ha desembocado en un fenómeno nuevo que ha puesto todo patas arribas: quienes han ganado los comicios locales han aterrizado en sus consistorios censurando la política de sus antecesores. Esto es: los que llegan han gastado sus 100 primeros días en fiscalizar a los que se fueron.

La secretaria de Organización del PSOE, Susana Díaz, reprochó precisamente eso a los regidores del PP después de algo más de tres meses: "Han trabajado poco y se han quejado mucho". Según su balance, las notas más destacadas de este primer periodo son el fomento de la alarma social y pintar un "panorama desolador" para justificar futuros recortes y los incumplimientos de sus programas electorales. "Los alcaldes del PP siguen haciendo oposición, critican y protestan, pero no dan soluciones. Mantienen paralizados los Ayuntamientos con un hilo musical de lamentos", dijo.

También les acusó de actuar como "arietes" contra la Junta, con mensajes permanentes contra el Gobierno andaluz, aderezados con una larga lista de débitos y cuentas pendientes. Los socialistas han denunciado en varias ocasiones que el líder del PP andaluz, Javier Arenas, usa a los alcaldes de su partido para presionar a José Antonio Griñán y obtener réditos electorales. La tesis del PSOE es que los regidores populares están en una especie de stand by hasta que se despejen las elecciones generales y andaluzas. Cuando pasen, empezarán a tomas decisiones, augura un dirigente de la ejecutiva andaluza.

Como ejemplo máximo de inactividad, Susana Díaz citó ayer al alcalde de Granada, José Torres Hurtado, quien, aseguró Diaz, ha venido a decir que no tiene previsto hacer nada hasta que los Ejecutivos central y andaluz estén en manos de su partido. La socialista se fijó igualmente en otro gesto del PP para destacar lo que ha marcado la gestión de los nuevos regidores populares: deshacer las medidas más vanguardistas de los gobiernos socialistas, como las peatonalizaciones y el cierre al tráfico generalizado de los cascos históricos.

Díaz mencionó expresamente la reapertura al paso de vehículos del entorno de la Catedral de Jaén, un edificio renacentista que aspira a ser declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. "Y encima con la presencia de Mariano Rajoy", apostilló la secretaria de Organización del PSOE andaluz.

En la acera contraria, Javier Arenas hizo un balance a la inversa. Comparó a sus alcaldes con un "brote verde" para la recuperación económica, al tiempo que reclamó al presidente de la Junta "lealtad institucional" para atender las peticiones de reunión que le han solicitado, informa Ginés Donaire.

Dijo que los regidores no están preocupados por las próximas citas electorales, sino "por salir de la terrible herencia económica que han recibido de los gobiernos del PSOE e Izquierda Unida". Junto al alcalde de Jaén, Enrique Fernández de Moya, Arenas respaldó "al 100%" la reivindicación de que la Junta pague parte del mantenimiento del tranvía, en el que la Administración andaluza ha invertido ya 100 millones de euros.