Negocio de segunda oportunidad

Lo nuevo es fugaz. La perfección no es cualidad de este mundo. Sin embargo, el hombre del siglo XXI está tan en continua búsqueda de la novedad, de lo perfecto, que, en su error, está también en un continuo apartar todo aquello (aquellos) que no le cuadra ni con lo uno ni con lo otro. Por eso resulta especialmente plausible, por lo novedoso y arriesgado, la propuesta que lanza

Moltacte, un outlet que vende ropa de marca fuera de temporada y que crea puestos de trabajo para personas que padecen trastorno mental severo. Como señala Miquel Isanta, gerente y fundador de la compañía, junto a Ana Artazcoz, "son personas que, por su problema, tienen difícil incorporarse al mercado laboral". En Moltacte han encontrado esa segunda oportunidad que la sociedad les negó a ellos y a los textiles que esperan comprador en los comercios que, "de momento", tiene la firma, dos en Manresa y un tercero en Sant Boi de Llobregat (ambas localidades cercanas a Barcelona).

En el tono de sus palabras se refleja el fuerte compromiso social que siente Miquel por demostrar que se puede hacer empresa de un modo diferente. "Para nosotros es muy importante la parte social del proyecto. Sin embargo, queremos que quede claro que lo que queremos es hacer negocio beneficiando a trabajadores, a consumidores y a marcas". La prueba de que lo están consiguiendo es que las tiendas multimarca de Moltacte generaron más de 620.000 euros de facturación en 2010. Es decir, 30.000 prendas de ropa vendidas de primeras marcas.

Hasta abrir los tres comercios que hoy conforman la estructura de Moltacte, el equipo directivo de la empresa pasó año y medio diseñando un modelo de negocio que, entre otras cualidades, tenía que ser replicable y escalable. "Así podremos multiplicar tanto la capacidad de impacto del proyecto como su viabilidad. Hasta ahora hemos estandarizado procesos y creado métodos de aprendizaje que pueden ser adaptados a diferentes ubicaciones geográficas. Pero antes de plantearnos crecer, y dada la situación de crisis, primero preferimos consolidar el proyecto", señala Isanta. "Es solo un retraso, puesto que sabemos que la expansión es algo clave para nuestra consolidación como empresa".

Cuando uno entra a una de las tiendas de Moltacte no encuentra demasiadas diferencias con otro comercio similar. Nada indica que parte del personal que atiende la tienda padezca algún tipo de trastorno mental, "han demostrado ser unos vendedores excelentes. Al principio, cuando íbamos a las marcas para ofrecerles nuestras tiendas como puntos de venta de sus prendas de fuera de temporada, solían preguntarnos cuánto iban a tener que pagarnos. Nos veían como una obra social, ahora nos ven como una empresa con la que pueden hacer buenos negocios. Además, pueden asociar su imagen de marca a la ruptura de prejuicios, a un modo de hacer empresa que valora a las personas por sus capacidades y no por sus limitaciones", agrega Isanta, quien remarca que Moltacte no es una ONG ni una obra social, "somos una empresa y actuamos con criterios empresariales, buscando el beneficio y la rentabilidad. Eso incluye, por ejemplo, que si las circunstancias obligaran a cerrar una tienda, la cerraríamos". Así ha sido desde que la firma nació en 2006.

La participación de Moltacte en el programa del BBVA y Esade Momentum Project para impulsar proyectos empresariales sociales, ayudándoles en su consolidación y crecimiento como empresa, ha permitido apuntalar los conocimientos y habilidades necesarios para seguir por la senda entonces comenzada. "En el campus de Esade recibimos formación, muy útil en estrategias de crecimiento, funcionamiento del capital riesgo, técnicas de liderazgo, marketing e innovación; búsqueda de financiación; ejecución de un plan de negocios...". Todo muy útil con vistas a lograr lo que los trabajadores y socios de Moltacte quieren hacer de ella: una empresa levantada sobre los pilares de la economía social y de la integración. La ética, siempre de la mano de la empresa..., y viceversa.