La CNE indaga cambios en el mercado antes de la subasta eléctrica

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha abierto un expediente informativo para analizar de qué manera afectan las transacciones en los mercados no organizados (OTC) de energía durante los días previos a la celebración de las subastas de referencia para determinar la tarifa de último recurso (TUR) de la luz, la que pagan la mayoría de los usuarios.

De estas subastas sale el término de energía de la TUR, cuyo peso ronda el 50% de la fórmula de cálculo de la tarifa final (el resto corresponde a los costes regulados, que el Gobierno decidió congelar en julio). La propia CNE, encargada de supervisar la puja, alude en un comunicado a la "relevancia" de estos movimientos para "la formación de precios en dichas subastas".

Como telón de fondo de la decisión de la CNE se halla la sospecha de que el mercado es manipulable y que las comercializadoras de electricidad operan en jornadas previas a la subasta para garantizarse unos precios finales que casen con sus intereses.

Récord desde 2008

Precisamente ayer el precio de la electricidad marcó un máximo desde diciembre de 2008 al cotizarse el megavatio hora a 62,71 euros, según la información del operador español del mercado Omel. Ello supone un incremento de 2,7 euros, respecto a la sesión anterior.

En la subasta de julio la hora base se vendió a 52,95 euros, lo que se tradujo en un incremento de la TUR del 1,5%. La próxima subasta se celebra el 27 de septiembre, para determinar la tarifa del cuarto trimestre del año.

Por otro lado, el organismo presidido por Alberto Lafuente ha examinado la propuesta de orden ministerial que regula el servicio de disponibilidad de potencia de los pagos por capacidad. Estos pagos sirven para compensar a tecnologías como los ciclos combinados que arrancan o paran en función de las necesidades del sistema.

En su informe, el regulador desaconseja su adopción en el contexto actual de elevado déficit de tarifa (unos 20.000 millones de euros) y calcula que, de aplicarse, el sistema eléctrico debería soportar un coste adicional de 140 millones de euros en el segundo semestre del año. La CNE se ofrece a elaborar una nueva propuesta "adaptada a la actual coyuntura" de sobrecapacidad y elevado déficit de tarifa.