En prisión un hombre que disparó a su hijo en Lugo

El lucense de 62 años detenido por presuntamente disparar un arma contra su hijo de 24 ingresó en la tarde de ayer en prisión comunicada y sin fianza por orden del magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo. Se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

Los hechos ocurrieron el pasado martes alrededor de las 16.30 horas. En ese instante, los servicios de emergencias del 112 recibieron una llamada alertando de lo ocurrido en un domicilio del número 26 de la calle Tino Grandío de la ciudad de Lugo. Hasta el lugar se desplazaron las ambulancias del 061 y agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que a su llegada encuentran en el suelo a un joven herido en el costado derecho de su cuello por impacto de una bala disparada por una pistola que el atacante guardaba en el piso. La patrulla policial detiene en ese instante al padre del hombre joven lesionado, según informó ayer a los medios de comunicación la policía nacional de la comisaría lucense.

El joven herido fue trasladado al Hospital Universitario Lucus Augusti y posteriormente, tras comprobar la gravedad de su situación, al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Según informó ayer la portavocía de comunicación de la policía, el herido de bala se encuentra hospitalizado en dicho complejo en estado "muy grave" tras ser intervenido de urgencia.

Sin antecedentes

A falta de confirmación por parte de los agentes a cargo de la investigación, fuentes cercanas a la misma informaron de que "todos los indicios apuntan a una discusión familiar" como detonante del suceso. Ni el presunto autor de los hechos ni su hijo tenían antecedentes policiales de ningún tipo, ni constaba ninguna denuncia contra ellos por cuestiones de violencia doméstica, según indicó el Cuerpo Nacional de Policía.

Los vecinos de la calle donde viven padre e hijo acogieron el suceso como "una auténtica sorpresa", puesto que la familia, explican, "era de lo más normal". Según empleados de establecimientos aledaños al domicilio familiar, "el señor estaba jubilado y se le veía todos los días por la calle" y "el hijo nunca había protagonizado ningún problema".