Cuatro décadas frente al espejo

El año 2011 ha sido propicio para el fotógrafo gaditano recriado en Málaga Miguel Trillo (Jimena de la Frontera, 1953). Lo comenzó ganando el Premio Villa de Madrid, uno de los galardones fotográficos más prestigiosos del país que distingue la mejor exposición del año en la capital madrileña, por su muestra Identidades, un recorrido retrospectivo por el trabajo de Trillo a través de sus característicos retratos de jóvenes pertenecientes a tribus urbanas que se exhibió primero en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla y luego en el Canal Isabel II de Madrid. Y lo acaba trayendo a su ciudad adoptiva Complicidades, trasunto de esa premiada exposición que reúne casi 90 fotografías en color y en blanco y negro realizadas entre finales de los años setenta y la actualidad. Sus imágenes retratan a jóvenes de distintos movimientos urbanos, con su estética particular, fotografiados en sus propios ambientes y territorios.

La exposición ofrece en Málaga 90 imágenes de los últimos 35 años

"Hacía falta que Miguel Trillo viniese a su tierra de adopción con esta gran exposición en la que se le reconoce su valía. Miguel es un visionario que cree en la trascendencia de las fotografías. Fue pionero a la hora de reflejar a esos jóvenes que en los últimos años de la década de los setenta descubrían la libertad, a esos grupos tan variopintos que, como la sociedad, han ido evolucionando hasta nuestros días", explica Mari Luz Reguero, comisaria de la muestra, que, organizada por la Fundación Unicaja, se exhibe hasta el próximo 5 de noviembre en las dos salas expositivas que la entidad tiene en la capital, Italcable y Siglo.

En la muestra este coetáneo de Ouka Leele y Alberto García-Alix da cuenta de su búsqueda constante de nuevas caras y de diferentes ambientes que reflejan la eterna insubordinación contra la vulgaridad de los jóvenes de distintas épocas. Complicidades arranca con imágenes de las primeras fiestas universitarias y festivales musicales de finales de los años setenta, recorre la movida madrileña hasta sus últimos estertores y salta hasta Barcelona justo cuando en la ciudad bullía la vanguardia cultural. La exposición reserva un capítulo especial a las tribus que reinaban y reinan en las calles malagueñas y gaditanas.

"La sencillez de estos retratos es solo el resultado final de un laborioso proceso, fácil de imaginar viendo esos encuadres nada casuales en los que el fondo resulta muchas veces tan significativo como las figuras. Pero no se trata de hacer alardes de virtuosismo técnico, sino de buscar el lugar y el momento donde los sujetos puedan respirar ante una lente frontal hasta lograr que sea un espejo", resalta en el prólogo del catálogo el crítico y comisario de artes visuales José Manuel Costa, quien añade que en las fotografías de Trillo "no hay juicio, solo presentación, porque se calcula que el espectador es capaz de opinar por sí mismo, de extraer sus propias conclusiones".

"Complicidades es la historia de la calle, la trastienda de la cultura musical y de la juventud en los últimos 35 años. Un día giré la cámara no hacia los grupos de música o los famosos, sino hacia el público, hacia esa gente normal, esos jóvenes que descubrían la libertad y aún no he parado", resume Trillo, quien ahora transita con su cámara capturando a gente anónima por las calles de Seúl, Tokio, Manila o Nueva Delhi.