Roca intenta salvar a su familia en el juicio del 'caso Malaya'
El exasesor urbanístico admite que blanqueó dinero con décimos de lotería premiados
El máximo imputado del caso Malaya, Juan Antonio Roca, retomó ayer el juicio por la trama corrupta marbellí, dejando claro que su familia nunca ha tenido nada que ver con sus negocios.
El exasesor de urbanismo del Ayuntamiento de Marbella (Málaga) reconoció con naturalidad que compró 646.000 euros en boletos premiados entre marzo y septiembre de 2005, pero defendió que ni su esposa (María Rosa Jimeno), ni su hija (María Roca), ni su cuñado (Antonio Jimeno), sabían nada de sus movimientos. "Mi mujer es un ama de casa (...) mi hija estaba estudiando en Madrid y lo que tenía que hacer era aprobar (...) A mi cuñado lo único que le he dado son problemas porque ingresé el dinero en el banco en el que trabajaba", declaró. La fiscalía reclama penas de prisión para sus tres familiares por blanqueo de capitales.
Roca explicó al tribunal que adquirió los billetes para no pagar los impuestos de "un dinero de caja" que tenía en su casa y de 198.000 euros que recibió en negro por la venta de una vivienda de su esposa.Este macrojuicio sienta a 95 personas en el banquillo. Arrancó el pasado 27 de septiembre y dada su complejidad, se ha dividido en bloques. Tras el parón veraniego, el tribunal analiza supuestos delitos de blanqueo de capitales del cerebro de la trama marbellí a través de la compra de premios de azar y obras de arte.
La Fiscalía Anticorrupción considera que el exasesor urbanístico de Marbella blanqueó dinero ilícito comprando estos boletos de lotería y quinielas premiadas y que, para ello, tuvo que pagar al agraciado una cantidad superior. Roca explicó que 198.000 de los 646.000 euros que quiso reintroducir en el circuito legal para "evitar impuestos" los cobró "en b" durante la venta de una vivienda de su esposa. No entró en detalles sobre el origen de los otros 448.000 euros que supuestamente guardaba en casa. "Ese dinero era mío (...) No tenía nada que ver con las contabilidades de los archivos Maras", defendió. Maras Asesores era la oficina desde la que supuestamente mercadeaba con el patrimonio público de suelo de Marbella.
"Ingresé los premios a nombre de mi mujer y mi hija, porque las empresas no juegan a la lotería", justificó. Reconoció que su cuñado, que dirigía una sucursal bancaria en Los Alcázares (Murcia), le llegó a ofrecer un billete premiado con 180.000 euros con una comisión del 18%, pero negó haberlo comprado.
Con respecto a su colección de arte, luchó para convencer al tribunal de que gastó unos 10 millones en obras de arte, decoración y relojes de lujo y no los 26 millones que le atribuye la Policía. El exasesor marbellí justificó el baile cifras reconociendo otro hecho delictivo. Según su relato, falseó el valor de la colección que adquirió al marchante Jean Fournets para que el seguro las cubriese en caso de robo. "Tenían una cobertura de 8,5 millones, pero el precio de mercado era mucho menor (...) como todo el mundo sabe, si se produce un robo, sólo cubriría el 50% del valor, por eso se elevó", explicó a preguntas del fiscal Juan Carlos López Caballero.
El desfase continuaba en sus compras a otros marchantes, como Alberto Pedronzo. Roca reconoció haberle pagado tres millones por obras que abonó "en el 90% de los casos mediante transferencia bancaria a Suiza". El fiscal eleva hasta 15 millones las compras a Pedronzo. Roca dio su interpretación personal de los archivos informáticos intervenidos en la causa. "Que aparezcan obras reseñadas, con el precio, no quiere decir que las haya comprado, sino que mostré interés en ellas", explicó.
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