Una cultura sin ágapes, catálogos ni festivales internacionales
La crisis obliga a suspender o redefinir eventos pagados por instituciones
En tiempo de crisis económica la cultura se resiente. Las instituciones, obligadas a aplicar una drástica reducción presupuestaria, han optado por suprimir los grandes eventos internacionales, promocionar la cultura más local, y rascar de varias partidas para poder ajustarse al presupuesto.
El Festival de Músicas del Mundo, que se celebrada cada verano en el puerto de Alicante, y que tenía un presupuesto de 120.000 euros, este año no se ha celebrado, y el festival internacional de títeres Festitíteres, que reunía a compañías de varios países del mundo, esta próxima edición será de carácter autonómico, y vendrán solo compañías valencianas. Pero no es el único caso, el premio literario Ciudad de Torrevieja, dotado con 360.600 euros, suspende este año la cena-gala, que reunía a unos 400 escritores de toda España y que costaba al Ayuntamiento casi un millón de euros en cada edición. Y la Diputación de Alicante anuncia que va a "redefinir" todos los grandes festivales, como los de jazz, danza, zarzuela o teatro.
"Se ha rebajado mucho el presupuesto, la idea es quitar un poco de cada área para que no se note mucho y al final lograr ajustarnos al presupuesto", admite el concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Alicante, Miguel Valor. El presupuesto de su departamento se redujo en las cuentas de 2010 un 46%, casi la mitad, y este año en curso sobre el recorte anterior se redujo otro 25%. Ante este tijeretazo el edil se ha visto obligado a desplegar una amplia batería de medidas de ahorro. Entre ellas, en las exposiciones de arte se han suprimido los vinos de honor, tampoco se editan catálogos, sino un folleto explicativo, y las exposiciones ahora duran dos o tres meses mientras que antes cada mes exponía un artista diferente.
Pero hay más medidas de ahorro por parte del Ayuntamiento. Antes había seis días de actuaciones musicales en la Concha de la Explanada, y ahora solo cinco, el Festitíteres pasa de ser un certamen internacional a uno exclusivamente valenciano, se denominará Zanca y se traslada al centro cultural de Las Cigarreras. "Con lo que ahorramos en escenarios porque allí está todo preparado", admite el concejal. La aportación financiera del Ayuntamiento de Alicante a los grandes festivales también se ha visto reducida, en el caso del Festival Contemporánea, un 10% de presupuesto, y en Alicante a Escena un 20% menos. Las actividades veraniegas en la playa de San Juan, con conciertos y teatro, ya hace tres años que no se organizan.
El nuevo diputado de Cultura, Juan Bautista Roselló, trabaja en la "redefinición de toda la política cultural" de la Diputación de Alicante, y anuncia que todas las actividades que se realicen en la capital se harán "si compartimos agenda y gastos a partes iguales con el Ayuntamiento". Roselló entiende que la institución provincial debe dedicarse "mucho más a los 141 pueblos de la provincia, y no tanto a la capital".
El nuevo ADDA (Auditorio de la Diputación de Alicante) será el escenario de los festivales Lucentum, que se hacían al aire libre en el yacimiento arqueológico de La Albufereta, con lo que se ahorrará presupuesto en montaje y escenarios. Tanto el festival internacional de jazz, como los de danza, zarzuela o teatro se harán en el ADDA y compartiendo presupuesto con el Ayuntamiento de Alicante. "Y si dicen que no estamos dispuestos a suprimir cualquiera de estos grandes eventos", admite el diputado.
Roselló entiende que el área de Cultura pueda sufrir en el presupuesto del próximo año una reducción "lógica porque hay menos ingresos y estamos en crisis", pero advierte: "No estoy dispuesto a que Cultura sea la sacrificada, la reducción debe ser compartida por todos en igual proporción". El año pasado la Diputación de Alicante ya rebajó un 18% su presupuesto en Cultura.
La 'teta' de la Obra Social de la CAM en el aire
Los gestores culturales de Alicante tendrán que echar mano de la iniciativa privada, y poner mucha imaginación para continuar programando. A la actual restricción presupuestaria en las administraciones, hay que sumar la incertidumbre sobre el futuro de la Obra Social de la CAM. La intervención de la caja por parte del Banco de España y su venta a otra entidad deja en el aire al principal patrocinador de instituciones y actividades culturales. La "teta" financiera de Ayuntamientos y de la Diputación podría secarse, y eso sería una tragedia cultural. La aportación anual al Museo Arqueológico de Alicante (Marq) por parte de la CAM es de 46.000 euros, al Teatro Principal de Alicante y al Festival de Cine de Elche, de 100.000 euros a cada uno de ellos. La principal subvención, 200.000 euros, se la llevaban los festivales de verano Lucentum, que organizaba la Diputación y que se trasladarán al auditorio ADDA. Pero el goteo de subvenciones de la Obra Social regaba a todos. El Festival de Música Lírica Alicantina, 50.000 euros, el Festival Internacional de Videoclips Camon, 34.000, el Festival de Bandas de Música, 30.000, el Festival Low Cost de Benidorm, 30.000, el festival de cometas de Alicante, 20.000, el Festitíteres 14.000, Alicante Medieval, otros 12.000 euros, la misma cantidad que para la Muestra de Teatro Contemporáneo. Sin todas estas subvenciones la mayoría de estas iniciativas corren un serio riesgo de desaparecer o privatizarse.
Además, la Obra Social de la CAM gestiona directamente cuatro salas de exposiciones en Alicante, Elche, Benidorm y Orihuela, dos casas museo, en Monòver la de Azorín y en Novelda Modernista, un recién inaugurado Centre d'Art d'Alcoi (CADA), un auditorio y dos espacios Camon para las nuevas tecnologías. Sin olvidar los legados de Eusebio Sempere, Carlos Arniches, Jorge Juan, Azorín, Óscar Espla o Gabriel Miró que atesora la Obra Social de la CAM.
Los gestores consultados confían en que los futuros gestores del Banco CAM sean "sensibles y mantengan intacta" la labor de la Obra Social, pero son conscientes de las dificultades del momento. El actual director de la Obra Social, Carlos Moyano, presentó el jueves pasado la programación del Aula de Cultura en Alicante, pero lo hizo solo de un mes, y no trimestral como era habitual. Y es que el futuro es incierto.
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