El PNV endosa al Gobierno los errores en las previsiones de recaudación fiscal
Los peneuvistas exigen a Garitano explicaciones por la acusación de mala gestión
Funcionar sobre previsiones tiene riesgos. Cuando la economía marchaba bien y la recaudación de impuestos superaba las previsiones del Consejo Vasco de Finanzas, donde el Gobierno se sienta con las tres Diputaciones, las instituciones podían afrontar planes extraordinarios de inversiones o incluso acumulaban remanentes. El problema es cuando sucede todo lo contrario. El PNV endosó ayer al Gobierno la errónea previsión de crecimiento de la recaudación de este año, que el Consejo cifró el pasado octubre en el entorno del 7%, y que se ha convertido, junto a la devolución de los 435 millones del IVA de la exportación de Rover, en la principal causa de los agujeros presupuestarios que, de momento, se han constatado en Gipuzkoa (101 millones de euros) y Álava (40 millones).
El exdiputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, primero, de forma pública, y fuentes de la Diputación de Bizkaia y del anterior equipo de la alavesa, también del PNV, después, en declaraciones a EL PAÍS, confirmaron ayer que, frente a las previsiones de un crecimiento más moderado del entorno del 4,4% que manejaban las instituciones forales, acabaron pactando en octube esa previsión de un aumento del 7% este año a instancias del Gobierno "para que pudiera cuadrar sus cuentas".
Cuando el dinero entra a cuentagotas, equivocarse en la previsión de ingresos cuando la recaudación va confirmando una senda a la baja crea un peligroso agujero, ya que el recurso a la deuda está limitado, reformar el sistema tributario para lograr más fondos no tiene efectos inmediatos y la única opción es recortar gastos.
Ese es el problema que tienen que resolver ya Gipuzkoa y Álava. Bizkaia ya inició sus recortes antes del verano en previsión de una situación similar -en julio, su recaudación fiscal cayó un 2,3%- y el Gobierno lleva ya tres meses diseñando un plan de recortes que pondrá en marcha este otoño.
Tanto Olano como las fuentes del PNV consultadas asumen la responsabilidad por una decisión que compartida en el Consejo. "No intento achacar al Gobierno la responsabilidad. Fue un consenso institucional, lo suscribo, pero a toro pasado las cifras ahora se ven poco realistas. No se preveía el conflicto con el Estado en torno al Cupo y el caso Rover", aseguró ayer Olano en una rueda de prensa en San Sebastián.
Fuentes del Ejecutivo respondieron ayer mismo que las previsiones se realizan de común acuerdo y que si se fijó en el 7% "es porque había datos que permitían establecerlo en esa cifra". "El problema es que este año las economías alemana y francesa se han ralentizado y eso afecta a las exportaciones y a la economía vasca", explicaron. De momento, el Gobierno prefiere esperar a tener todos los datos sobre la mesa y ver, especialmente, el efecto del descuento del dinero de Rover que ha hecho la Administración central en la recaudación del IVA y los impuestos especiales.
Olano arremetió contra la diputada de Hacienda de Gipuzkoa, Helena Franco, de Bildu, quien el miércoles, aunque reconoció que parte de la caída de la recaudación en este territorio es atribuíble a Rover y al cobro del Cupo por el Estado, acusó a la anterior Administarción foral del PNV y Hamaikabat de "una gestión poco responsable". Olano tildó ayer de "arrogante" la actitud de Franco, le acusó de ocultar "deliberadamente información", y le atribuyó "una terrible deslealtad institucional".
El exdiputado general anunció que el grupo juntero del PNV ha presentado una interpelación al diputado general, Martin Garitano, para que aclare las palabras de Franco. El resto de los grupos de la oposición en las Juntas guipuzcoanas quieren escuchar a Franco.
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