La madurez del australiano
Este gran premio es una pastilla de esas grandes, difíciles de tragar, para los aficionados españoles. Y lo es por dos nombres propios y por diversos motivos. Lo es por Dani, porque él quería ganar en este circuito, donde lo hizo el año pasado; porque hay mucha presión de Honda, donde siempre ha habido una lucha por alzarse como el número uno de la fábrica, por sacar pecho, y hoy el factor dominante es claramente el número 27. También lo es por Jorge. Sobre todo, lo es por él. Porque no solo ha vuelto a apearse del podio y ha repetido el cuarto puesto, sino porque además ha sido rebasado por su compañero de equipo: tiene en la mano un cuchillo de doble filo. Tanto Stoner como Spies le amenazan. Además, todos se han enfrentado al mismo asfalto, al mismo problema con los neumáticos, y nadie sabía cómo se desarrollaría la carrera precisamente por ese motivo, por el rendimiento que dieran los Bridgestone en el nuevo Indianápolis.
Mientras tanto, asistimos al nuevo Stoner. Hubo un Stoner en 2007, el que ganó el Mundial con Ducati. Y otro Stoner que ha nacido este 2011 con Honda. El nuevo está más pulido, además de arropado por un equipo que ha aterrizado muy bien en la fábrica japonesa. Él siempre tuvo el talento, pero, mientras se peleaba con su moto, Honda y Yamaha hacían de sus motos las mejores de la parrilla. Su llegada a HRC, además, evidencia la ventaja que ha sacado a Pedrosa en poco tiempo. Casey acaba de llegar, pero es el sexto año de Pedrosa. Todos cometemos el error de pensar que en algún momento cometerá los mismos fallos que en el pasado. Lo pensamos en Laguna Seca o en Brno, donde no había tenido un buen fin de semana. Y ha encajado tres triunfos consecutivos. En realidad, está mucho más calmado. Sabe que no tiene que arriesgarse tanto. Cuanta más experiencia y confianza adquiere, más cómodo y endiabladamente rápido va. No queda más remedio que creer en el nuevo Stoner, confiar en él y darle todo el crédito.
Personalmente, me gustaría que pudieran verse podios diferentes en las seis carreras que quedan. Me gusta ver caras nuevas. Por eso espero también que en Misano, la semana que viene, podamos ver una carrera con más aspirantes a la victoria. Pero va a ser muy difícil. Supongo que los fans de Lorenzo, incluido yo, pensarán que siempre que haya una opción matemática para dar la vuelta al campeonato, que la hay, todo es posible. Pero, en realidad, todos sabemos qué rumbo lleva este barco si no cambia la dirección del viento.
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