Con la caña (de azúcar) a otra parte
El dueño de la última planta española lucha por salir adelante en el Caribe
La reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del azúcar impuesta por la Comisión Europea en 2006 se llevó por delante la última industria cañera de la UE, Azucarera de Guadalfeo, en la costa de Granada. La falta de materia prima y el abandono de los pocos cultivadores que seguían en la actividad pusieron el punto final a esta centenaria actividad que los españoles llevaron a América.
Joaquín Martín Montero, propietario de la industria y azucarero-cañero de toda la vida, no se resistió a colgar las botas y decidió seguir trabajando con la caña en otra parte. Para ello eligió uno de los países productores más importantes del mundo, República Dominicana, cuyos productores tienen la posibilidad de colocar 230.000 toneladas con una cuota preferencial en EE UU, además de participar en la cuota de 800.000 toneladas para vender en la UE.
El empresario se topa con obstáculos en la República Dominicana
Durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961), el Gobierno dominicano nacionalizó una docena de industrias azucareras. Su gestión y la de miles de hectáreas fueron entregadas al Consejo Estatal del Azúcar (CEA), que en los últimos años ha puesto en marcha un proceso de arrendamientos de superficies de cultivo y de empresas para reactivar un sector que habían abandonado miles de colonos y con industrias totalmente obsoletas.
En 2009, Martín Montero suscribió un contrato con el CEA por el que se hacía con el arrendamiento de la Azucarera Porvenir, en San Pedro de Macorís, junto a una superficie de 6.000 hectáreas, a las que se suman las cultivadas por cientos de colonos.
El desembarco del industrial español en República Dominicana supuso una inversión de unos siete millones de euros para la puesta a punto de la planta, más un canon de arrendamiento de casi otro millón de euros como pago a la Administración. El objetivo de Martín Montero es aumentar la producción de Azucarera Porvenir de las 10.000 toneladas anuales hasta las 50.000. Sin embargo, su empeño está encontrando problemas. El empresario ha denunciado ante las autoridades diplomáticas comunitarias y españolas el incumplimiento del contrato por parte del ente estatal del azúcar. Sostiene que de las 6.000 hectáreas arrendadas, casi una tercera parte no eran aptas para la producción de caña por estar urbanizadas o arrendadas a otros.
El CEA ha alquilado al grupo local Vicini-Campollo casi 3.000 hectáreas cuyo cultivo estaba ligado a la Azucarera Porvenir. A través de sus diferentes empresas, el grupo azucarero local controla el 52,7% de la producción nacional, cuando no se permite una concentración superior al 45%. Joaquin Martín denuncia finalmente que en los últimos meses se han producido además amenazas de hombres armados para obligarle a abandonar el país.
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