Lienzos de Los Ángeles
Bajo una superficie de sol y neón, la ciudad del espectáculo se rinde a sus museos
La gente tiende a pensar que Los Ángeles es un lugar para disfrutar al aire libre: ver monumentos, tomar el sol, ir de compras o simplemente pasear en descapotable. La idea de recorrer el interior de un oscuro museo para contemplar arte antiguo parece casi la antítesis de una ciudad que celebra el neón y todo lo que huela a nuevo. Al describir L. A., la palabra "cultura" suele asociarse al surf, el culturismo o el cine, pero Los Ángeles es una capital artística de primer orden, y lo es desde hace décadas. Desde los cincuenta se ha hecho más arte contemporáneo en la zona que en cualquier otro lugar del mundo, y hoy la producción local de arte sigue eclipsando la de Londres o Berlín. Su renacimiento llegó en los sesenta, cuando artistas como Roy Lichtenstein, David Hockney, Ed Ruscha y John Baldessari vivían, trabajaban y exponían en la ciudad. Hasta artistas intrínsecamente neoyorquinos como Andy Warhol solían celebrar su primera exposición en Los Ángeles. Arco reconoció su peso convirtiéndola en protagonista de su edición de 2010, un honor que normalmente se concede a países enteros como India (2009) o Rusia (2011).
A los europeos les encanta lamentarse de que no hay un centro urbano a la antigua usanza alrededor del cual gire la vida cultural. Pero luego descubren una escena con tantos puntos gravitacionales como códigos postales. Las galerías y museos son tan variados como los barrios en que se ubican: Chinatown, Hollywood Oeste, Santa Mónica, Venice... Y en la ciudad que crió a Frank Gehry y Charles y Ray Eames, la arquitectura y el diseño despiertan tanto interés como el arte.
Quienes sigan necesitando un centro pueden iniciar su recorrido en Pasadena, un próspero enclave al norte de la ciudad que alberga algunos de los museos más característicos de Estados Unidos, como el Norton Simon (www.nortonsimon.org), considerado la más importante colección privada reunida tras la Segunda Guerra Mundial y que posee obras estelares de Botticelli, Rafael, Rembrandt, Rubens, Zurbarán, Manet, Van Gogh, Gauguin, Rodin y Brancusi, así como unas muestras inmensas de arte indio y del sureste asiático. A menos de un kilómetro está la Casa Gamble (www.gamblehouse.org), un espléndido ejemplo de la arquitectura de artes y oficios. La casa, construida en 1908 por los arquitectos Charles y Henry Greene como residencia de invierno de la acaudalada familia Gamble, es una maravilla de habitaciones suntuosamente decoradas que encarnan el espíritu de aquella época en la que el arte debía formar parte de la cotidianidad y hasta los objetos más corrientes -muebles, lámparas, apliques- eran dignos del embellecimiento artístico.
En el vecino San Marino encontrarán la Casa Huntington (www.huntington.org), antigua residencia del magnate ferroviario e inmobiliario Henry E. Huntington que actualmente es un recinto compuesto por un museo, un jardín botánico y una biblioteca. La mansión alberga una magnífica colección de arte francés y británico de los siglos XVII y XVIII, de la que forma parte El niño azul, de Gainsborough. Otras galerías ubicadas en las 300 hectáreas de jardines temáticos exhiben arte estadounidense que va desde la década de 1690 hasta la de 1950. En la biblioteca destacan una rara Biblia de Gutenberg en papel de vitela y manuscritos de las primeras épocas de Chaucer y Shakespeare.
El Museo de Arte Contemporáneo, conocido como MOCA (www.moca.org), rodeado por los rascacielos del centro de Los Ángeles (y el cercano edificio de Disney de Gehry), tiene un nuevo director y una oleada de energía renovada en su programa. La colección de obras de Rothko, Pollock, De Kooning, Lichtenstein, Ruscha y Warhol es tan admirada como su edificio posmodernista, similar a un templo, diseñado por el arquitecto japonés Arata Isozaki.
Jardines de esculturas
Acorde con el espíritu de la ciudad, el enciclopédico Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (www.lacma.org) fue diseñado en los sesenta para que se pareciese más a un centro comercial que a un palacio romano (como la mayoría de los museos de la costa este). Tiene cafeterías al aire libre y rinde tributo al sol de California con unos magníficos jardines de esculturas y dos edificios nuevos de Renzo Piano inundados de luz. El extravagante pabellón japonés ofrece tranquilidad con algunos de los mejores pergaminos y biombos que pueden encontrarse fuera de la colección imperial de Japón.
No lejos de allí, el Museo Hammer (http://hammer.ucla.edu), en Westwood, empezó como un museo de vanidades para la colección del magnate del petróleo Armand Hammer. Después de que la Universidad de California se hiciese cargo de él tras la muerte de Hammer, el museo mandó a los viejos maestros al depósito, vendió su famoso códice de Leonardo da Vinci a Bill Gates y se reinventó como sede de exposiciones contemporáneas de vanguardia, entre ellas muchas de artistas de Los Ángeles.
El museo más famoso de Los Ángeles -y el más rico del mundo- también empezó siendo una colección privada. En su flamante complejo blanco (de 1.000 millones de dólares) diseñado por Richard Meier y situado en las colinas de Brentwood, el Museo J. Paul Getty (http://getty.edu) alberga obras europeas y estadounidenses de pintura, escultura y artes decorativas, así como una de las más espléndidas colecciones mundiales de fotografía, desde las primeras imágenes de 1830 hasta la actualidad. En 2006, la antigua sede en Malibú, la Mansión Getty, construida a imagen de una antigua villa romana, reabrió con una colección de más de 44.000 antigüedades griegas, romanas y etruscas.
Antes de que el sol se ponga sobre el Pacífico, hay otras dos casas con vistas al océano que valen la pena. Encaramada sobre la autopista costera Highway 1 se encuentra la Casa Eames (http://eamesfoundation.org), de 1949, construida por el equipo de marido y mujer formado por Charles y Ray Eames (sí, los de la silla). Ofrece una visión del verdadero modernismo de California tal como se vivía en los cincuenta y sesenta.
Continúen por la misma autopista en dirección a Malibú hasta la Casa Adamson (http://adamsonhouse.org), construida a principios de la década de 1930 en estilo colonial español y adornada con miles de azulejos de colores -incluidas baldosas diseñadas para imitar las coloridas alfombras persas- de la famosa Malibu Pottery.
Guía
Cómo llegar
» Iberia (www.iberia.com) vuela desde Madrid a Los Ángeles, desde 600 euros, ida y vuelta.
» Delta Airways (http://es.delta.com) vuela de Madrid a Los Ángeles desde 528 euros, ida y vuelta.
Información
» Turismo de Los Ángeles (www.discoverlosangeles.com). Contiene todos los datos de contacto y direcciones de los museos de la ciudad, así como un listado de sus obras más importantes.
» Artscene (www.artscenecal.com). Para enterarse de qué exposiciones hay en Los Ángeles en cualquier momento, esta guía de galerías y museos ofrece mapas, programación y un listado de inauguraciones, haciéndola indispensable para colarse en fiestas.
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