Diputados del PSOE piden reunir al grupo para debatir la medida
La jefa de campaña de Rubalcaba reclama "paciencia" a los descontentos
La inmensa mayoría de los diputados del PSOE se enteró el mismo martes por la mañana, cuando José Luis Rodríguez Zapatero lo anunció desde el estrado, de que su partido iba a impulsar una reforma de la Constitución en dos semanas para fijar un límite al déficit público (y, por tanto, al gasto público), algo a lo que los socialistas siempre se habían negado. Hubo caras de estupefacción y un murmullo que recorrió los escaños socialistas al tiempo que el presidente se explicaba, según cuentan miembros de ese grupo y de otros de la oposición.
Y el mar de fondo no ha parado desde entonces: diputados del PSOE han pedido una reunión del grupo parlamentario al completo para poder discutir una medida que consideran demasiado relevante como para votarla sin debate previo.
Carmen Hermosín ve "insólito" que la reforma se haga "a velocidad exprés"
Carmen Hermosín, diputada por Sevilla y presidenta de la Comisión de Interior del Congreso, tachó ayer de "insólito" y "chocante" que la primera reforma constitucional en 33 años —hubo otra en 1992, pero fue obligada por el Tribunal Constitucional para adaptarse al Tratado de Maastricht— vaya a hacerse "a velocidad exprés".
Ella apoyará la reforma porque, si el Gobierno la ha planteado, confió Hermosín, "sus razones tendrá". Pero no entiende la falta de debate, y por eso va a pedir una reunión de todo el grupo parlamentario para que los diputados puedan expresar sus dudas. "He echado de menos una explicación mayor", dijo Hermosín a Europa Press. No le gustó que a los diputados —que son los que van a tener que votar la reforma— se les dijera: "Esto es lo que hay". "Tiene que haber más explicaciones para que de alguna manera se participe en la decisión. Ya que estamos en esto, pues al menos debatirlo", concluyó la diputada sevillana.
En principio, la próxima reunión de los 169 diputados del grupo estaba fijada para el 13 de septiembre; pero, según han confirmado fuentes socialistas a este periódico, Carmen Hermosín no es la única que ha pedido que se adelante unos días, para que puedan hablar antes de la votación de la reforma constitucional. Esta se producirá previsiblemente el próximo martes día 30.
Las voces críticas que, desde dentro del PSOE, se habían alzado públicamente contra la propuesta de reforma quedaron acalladas ayer. A primera hora de la mañana, Elena Valenciano, jefa de campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió a esos descontentos "un poco de prudencia y paciencia". "Que salgan discrepantes es relativamente grave en la medida en que es comprensible que haya un debate, y el PSOE es un partido que debate. La gente tiene una cierta dificultad para comprenderla, incluso para compartirla, pero creo que cuando esté acordado lo compartirán", dijo Valenciano en RNE.
"Entiendo que haya muchos compañeros que tengan dificultades para verlo, que sea una decisión que les afecte, que les resulte difícil", prosiguió la responsable de la campaña del PSOE. Eso es normal, afirmó, en un partido que tiene "voces plurales, distintas personalidades". "No tiene nada que ver con nuestro candidato y proyecto, que en estos momentos es respaldado por la totalidad del partido", subrayó.
El expresidente de la Generalitat y primer secretario del PSC, José Montilla, declaró, por su parte, que no es "entusiasta" de la reforma, que en su opinión viene impuesta por Francia y Alemania. "La compra de bonos españoles por parte del BCE no ha sido gratis", dijo Montilla, informa Antía Castedo. En todo caso, añadió, en la actual situación de crisis "tiene más costes no hacer la reforma que hacerla".
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