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Columna
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El Cabanyal, una oportunidad

Esta semana supimos, que la Comunidad Valenciana es la cuarta Autonomía con mayor ocupación hotelera situándose en datos cercanos a los que había en 2008, antes de la crisis. Dentro de esta bonanza turística, la ciudad de Valencia ha obtenido también excelentes resultados, convirtiéndose en uno de los destinos favoritos en turismo de ciudad. Aunque la consejera de Cultura y Turismo, Lola Johnson no hubiese hecho públicos estos datos, los que vivimos en el Cabanyal, cerca del mar, ya lo intuíamos. Si te acercas a la playa la presencia de turistas extranjeros y nacionales es evidente, pero lo más curioso ha sido ver deambular ciudadanos italianos, franceses o alemanes por las calles José Benlliure o la Reina buscando sin éxito una terraza dónde tomar algo fresco o una tienda dónde poder comprar un recuerdo. Sin éxito, porque en El Cabanyal cada vez quedan menos bares y menos comercios. Viéndolos uno no puede dejar de pensar: ¡Lástima de oportunidad! ¿No será ya el momento de convertir la cantidad de recursos que dispone el barrio en productos turísticos y proponer medidas que favorezcan la rehabilitación y comprometan a sus propietarios?

La situación económica hace inviable los planes urbanísticos e indemnizar 1.100 casas que haría falta

En el plano político ha habido también muchos cambios, el más reciente y más reseñable la elección de nuevo presidente en la persona del molt honorable Alberto Fabra, pero también cambios importantes en el Ayuntamiento dónde se han incorporado Compromís del País Valencià e Izquierda Unida. Respecto de la prolongación de Blasco Ibáñez, ambas formaciones se han manifestado totalmente en contra del proyecto y el portavoz del PSOE, Joan Calabuig, ha tendido la mano al Ayuntamiento para ayudarle a resolver el conflicto. Así mismo, en su voluntad de contribuir a la mejora de la ciudad y de la vida de sus ciudadanos, la Universitat de València está realizando un concienzudo trabajo sobre el barrio, haciendo de las palabras de Ernest Lluch, un compromiso: "La Universidad debe ser un foro permanente para trabajar por la Paz".

Existe necesidad, interés, predisposición y voluntad, ¿No deberían ser razones suficientes para alcanzar acuerdos que sirvan para desbloquear la dramática situación por la que atravesamos vecinos y comerciantes en El Cabanyal-Canyamelar?

Existen más razones... La situación económica por la que atravesamos, hace más que inviable, los planes del Ayuntamiento sobre su intervención en la prolongación de Blasco Ibáñez, a través del barrio del Cabanyal. Indemnizar 1.100 viviendas, que son las que haría falta para llevar a cabo dicho proyecto, supondría un coste millonario tan elevado que lo convierte en un imposible.

Ha llegado nuestra oportunidad... queremos nuestra oportunidad: la de crear en el barrio un colegio mayor disperso y un Museo del Mar como proponía el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Valencia, Amadeo Sanchís, y ¿por qué no? el Museo del Mediterráneo, para cuya ubicación proponía los dock o las Atarazanas, ambos idóneos, aunque a esta última le devolvería su esplendor. Se puede recuperar la Lonja del Pescado, junto con la Casa del Bous, una como espacio cultural, como La Casa Encendida en Madrid y la otra como un Centro Permanente de Interpretación.

Es urgente la puesta en valor de la trama urbanística reticular del barrio, su arquitectura y el rico patrimonio cultural religioso, en el que la Semana Santa Marinera, pudiera ser fiesta de Interés Turístico Nacional, y tantos otros recursos que junto a la buena programación, ya existente, del Teatro Musical y una consolidada oferta gastronómica autóctona, no solo devolvería la dignidad y normalidad al barrio, sino que además convertiría a este en una gran oportunidad.

¡Dennos la oportunidad!

Emiliano García es presidente de la Asociación de Comerciantes del Marítimo.

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