Santiago recurre a la financiación privada para mantener la inversión

La principal preocupación del alcalde de Santiago pasa por sanear las cuentas de la ciudad. El popular Gerardo Conde Roa explicó ayer que los pasos en materia de economía de su gobierno se centrarán en reducir la deuda que el Ayuntamiento ha contraido con empresas de servicios y proveedores y que, para materializar sus nuevos proyectos, recurrirá a la financiación público-privada. "Lo que más me preocupa es que no podamos hacer cosas, que sí vamos a hacerlas, sino sanear el ayuntamiento, que salgamos de este pantano económico en el que estamos metidos, eso es lo más importante de todo", indicó. El regidor confirmó que ya está manteniendo contactos con algunas empresas y, aunque no quiso adelantar cuáles podrían ser los proyectos afectados, sí avanzó que se están cerrando algunos acuerdos. "Vamos a estudiar las mismas fórmulas de financiación que están haciendo todas las administraciones públicas, tanto la Xunta como el Gobierno central, pero con muchas más limitaciones, lógicamente, por razones presupuestarias y por razones de la situación económica que estamos atravesando", puntualizó.

El alcalde afirma que la inversión pública en Santiago "no existe"

El gobierno revisará las contrataciones de la empresa pública de vivienda

La agenda de Conde Roa marcaba ayer una reunión con el exalcade socialista Xerardo Estévez. Lejos de abordar cuestiones políticas, se dedicaron a hablar, "como amigos", "sobre la ciudad y sus personas" y sobre un homenaje a un personaje santiagués, cuyo nombre no han revelado por ahora. Estévez no se atrevió a dar un consejo al nuevo regidor y, ante las preguntas sobre la situación económica del ayuntamiento, se despidió y desapareció de la sala. Entonces, Conde Roa aseguró que en Santiago la inversión pública "no existe porque los presupuestos de 2011 no permitieron el endeudamiento". "Las últimas obras que se hicieron de travesías estaban presupuestadas de años anteriores y del fondo de inversión local. Ya el año pasado con cargo a deuda no se pudo hacer ninguna obra. Este año que viene, tampoco. Lo único que nos queda es recurrir a acuerdos con empresas privadas por una parte, y por la otra ver de dónde podemos sacar algo de dinero para tener, por lo menos, rebaja de las deudas municipales". Esta fórmula de financiación es recurrente en los últimos grandes proyectos de la Xunta. El hospital de Vigo, por ejemplo, costará 450 millones más que el proyecto inicial, pero el Gobierno tendrá 12 años más para pagarlo.

El gobierno compostelano trabaja ya sobre un borrador de los presupuestos para 2012. Mientras, va a solicitar un crédito de cuatro millones para resolver en agosto pagos pendientes a proveedores, algunos desde comienzos de año, que ascienden a unos 14 millones. "Creemos que no está la situación para que la Administración pública se convierta en una morosa permanente", adujo. De ese dinero, casi cinco millones se adeudan a la empresa de la recogida de la basura, 1,7 a la concesionaria encargada de los espacios verdes y 2,2 millones a Fenosa, explicó el alcalde. Conde Roa acusó al anterior gobierno de usar las tarifas que se cobran a los ciudadanos por estos servicios para otros fines. "Lo que no puede ser es que a estas alturas, existiendo una tasa de recogida de basura, se le deban casi cinco millones a la empresa. Las tasas se establecen para pagar los servicios, no se pueden gastar en otras actividades", criticó.

La revisión de los movimientos del anterior gobierno se concretará también en un informe jurídico que ahondará en las últimas contrataciones realizadas por la empresa pública de vivienda, Emuvissa, cuya directora gerente, María Carneiro, fue destituida la pasada semana. Conde Roa aseguró que la contratación de dos parcelas de suelo urbanizable y la rotonda de la carretera nacional 550 "no cuentan con la confianza del gobierno municipal". El cese de Carneiro fue, dijo, "una consecuencia lógica de la política que se ha llevado hasta ahora". El alcalde criticó también la situación económica de la empresa, que "vive de la ingeniería financiera" y se sustenta en unos activos "supravalorados".