"Hoy por hoy, no se juega"

Cuatro días de negociación se quedan cortos para desbloquear el conflicto que vive el fútbol español y que ha desembocado en la primera huelga de jugadores en los últimos 27 años. Con la segunda jornada del campeonato, el próximo fin de semana, en el aire todavía, los representantes de los clubes y de los futbolistas volvieron a reunirse durante dos horas y media ayer por la mañana en Madrid y el resultado fue el mismo que en días anteriores: "Hoy por hoy, no se juega", dijo Quico Catalán, vicepresidente de la Liga y presidente del Levante. "Las posturas siguen muy distantes", reconoció más tarde el portavoz de la Asociación de Futbolistas (AFE), Luis Gil.

En una negociación como esta, las formas importan casi tanto como el contenido. Que los clubes y los jugadores comparecieran tras la reunión por separado evidenciaba la distancia que aún deben recorrer para llegar a un acuerdo. Que Catalán hiciera de portavoz de la Liga, con su presidente, José Luis Astiazarán, a un lado y rodeado por los representantes de los otros clubes que se sientan a la mesa (Atlético, Valencia y Numancia), revela la supuesta unidad que quieren transmitir los clubes, de los que pagan a sus jugadores y de los morosos. Pero el hecho de que la sala donde se reunieron fuera mucho más confortable, con una única mesa de trabajo y sin micrófonos, sugería que ya no es la hora de escenificar el poder de cada uno, sino de trabajar.

"Estamos al límite de nuestras capacidades", insiste el presidente de la LFP

"La gente quiere ver fútbol, pero tenemos que pensar en los jugadores", dice la AFE

Aunque las partes no quisieron concretarlas, sobre la mesa aparecieron nuevas propuestas. Armonizarlas, eso sí, puede convertirse en un auténtico "encaje de bolillos", vaticinó Gil.

La principal de ellas tiene que ver con el fondo de garantía salarial. Esos 40 millones que ofrece la Liga para hacer frente a las nóminas durante las próximas cuatro temporadas no cubre la deuda actual, de casi 50 millones, y tienen una bomba trampa, según la AFE: el fondo está condicionado a que no se cambie la ley concursal, cuya reforma, impulsada por el Gobierno y encaminada a que los clubes que se declaren en suspensión de pagos no eviten el descenso con esa artimaña legal, está ya en el Senado. Por eso los negociadores trabajan con dos escenarios posibles: que esa reforma salga a delante o que la legislatura acabe antes de que pueda hacerlo.

A lo que no está dispuesta la Liga es a comprometer más dinero. "Hemos dicho siempre que estamos al límite de nuestras capacidades", reiteró Astiazarán.

Así las cosas, el margen se estrecha. Porque, si el primer discurso de los futbolistas, repetido ayer por sus representantes -"entiendo que la gente quiera ver fútbol, pero ahora mismo tenemos que pensar en los jugadores que lo están pasando mal y no tienen garantizado su salario"- logró la solidaridad de todos los futbolistas, ahora pueden empezar las contradicciones. Porque la convocatoria de huelga prevé "el cese de la prestación de servicios" de los jugadores entre el viernes 19 y el lunes 22 y entre el 26 y el 29, las dos primeras jornadas de Liga, pero la mayoría de los equipos han seguido entrenándose y algunos, como el Barcelona, incluso han jugado amistosos. La AFE tampoco ha hecho un escándalo de ello porque es consciente de que su interlocutor es la Liga y les basta con trastocar el inicio del campeonato para presionar.

El problema es que esto puede crear mayor malestar entre los aficionados e incluso entre las televisiones, que pagan derechos millonarios por retransmitir los partidos. Eso, al margen del calendario. Si la segunda jornada se suspendiese, y hoy nada indica que vaya a jugarse, el campeonato no empezaría hasta el 11 de septiembre porque el fin de semana anterior juega la selección española. Esto añade presión a la Liga porque el calendario apenas cuenta con días libres para recolocar la jornada o jornadas suspendidas. La Liga debe concluir el 13 de mayo porque la Eurocopa de Ucrania y Polonia comenzará el 8 de junio. El 9 de mayo se jugará la final de la Liga Europa; el 19, la final de la Liga de Campeones, y el 25, la final de la Copa del Rey. Hay programados siete miércoles con Liga y el Mundial de clubes, con el Barça como participante, se juega en diciembre, del 8 al 18.

Por ahora, la LFP no quiere ni oír hablar del tema. Solo quiere hablar de seguir negociando, sin ponerse límites, hasta que se desconvoque la huelga. "Lo importante es que seguimos hablando", coincidió el portavoz de la AFE. Ayer por la tarde y hoy por la mañana es el turno de los abogados. Por la tarde será el de los negociadores.