El independentismo se une para sobrevivir en el Congreso tras las elecciones del 20-N

La unión hace la fuerza. Con esta esperanza los partidos independentistas -Esquerra (ERC), Reagrupament (Rcat) y Solidaritat (SI)- han empezado a mantener los primeros contactos para presentarse de forma conjunta en las próximas elecciones generales del 20 de noviembre. Las tres formaciones ven necesaria esta suma de fuerzas para mantener en el Congreso de los Diputados la voz soberanista, ya que algunas encuestas indican que ERC perdería su representación (ahora tiene tres escaños) mientras Rcat y SI no conseguirían por sí solas los votos necesarios. De momento, el principal obstáculo para llegar a un acuerdo es la indefinición en que vive ERC, con una dirección provisional y aún sin candidato.

La principal traba del proceso es la indefinición en que está sumida ERC

Reagrupament y Solidaritat confirman que ya han mantenido "conversaciones informales" con la futura dirección de ERC, capitaneada por Oriol Junqueras, con el objetivo de intentar desembarcar en Madrid con un potente "frente patriótico", una de las iniciativas defendidas por el nuevo líder de los republicanos. "El independentismo debe estar presente en el Congreso pero no tiene sentido que se presenten cuatro partidos diferentes defendiendo lo mismo", apunta Ignasi Planas, portavoz de Reagrupament.

La suma de fuerzas interesa y beneficia a todos, principalmente a ERC, que teme que los últimos batacazos en las elecciones autonómicas y municipales se repitan en noviembre, poniendo así en peligro sus tres escaños. Reagrupament y Solidaritat también defienden a capa y espada la unión con Esquerra, porque es la única fórmula que tienen de concurrir a las generales. "Nunca nos presentaríamos solos, porque fracasaríamos", reconoce Planas. Rcat y SI han organizado entre sus simpatizantes sendas encuestas internas a través de sus páginas web, que apuntan que una amplia mayoría apoya la propuesta de ir en coalición con fuerzas.

La cuarta de las formaciones independentistas, la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), ha negado que se les haya planteado participar en este proyecto y, de momento, descarta sumarse por falta de tiempo y porque la formación prefiere centrar sus esfuerzos en las autonómicas de 2014. No obstante, la decisión final se tomará, de forma asamblearia, durante la reunión del consejo político en septiembre.

De momento, las conversaciones son puramente informales debido a la provisionalidad que reina en ERC. La actual dirección está en funciones (dimitió en mayo debido a la debacle en las municipales) y la nueva no se constituirá hasta el 1 de octubre. Además, los republicanos no tendrán cabeza de lista para el 20-N hasta septiembre, hecho clave para acabar de cerrar el acuerdo, ya que de los dos precandidatos actuales, Joan Ridao, portavoz de ERC en el Congreso, se opone a la suma de fuerzas independentistas mientras Alfred Bosch la defiende. Esta incertidumbre está paralizando el acuerdo. "No podemos avanzar porque en ERC, que debe liderar el proceso, no hay ningún portavoz legitimado", lamenta Alfons López Tena, líder de SI.

El exconsejero y militante de ERC, Joan Manuel Tresserras, vaticinó ayer que esta nueva etapa de relaciones con las fuerzas independentistas surgidas, en parte, de la escisión de Esquerra en 2008, podría significar una futura fusión entre ellas, un extremo que tanto Rcat como SI descartan. "No planteamos una fusión, pero sí consideramos una relación estable de coalición, igual que pasa en CiU o en ICV-EUiA", asegura Planas.