Deslumbrante Diego Ventura
Increíble, pero cierto. No se entiende cómo un rejoneador, Diego Ventura, con 13 años de alternativa, que ha salido a hombros lo mismo en Las Ventas de Madrid como en La Maestranza de Sevilla ocho o más tardes, resulta que fue ayer cuando debutó como rejoneador en Vista Alegre. Es una injusticia alevosa. Todo porque los Chopera apoderan desde hace muchos años a Pablo Hermoso de Mendoza, y, al mismo tiempo, ejercen de asesores de la plaza bilbaína. Blanco y en jarrón de muchos litros de leche.
Diego Ventura le dio un repaso, como suele decirse en el mundo del toro, al rejoneador de Estella. No importa que en su primer toro Diego Ventura no tuviera suerte a la hora de matar; en ese toro demostró estar por encima de quien ha sido un extraordinario rejoneador, y sigue siéndolo, con una carrera portentosa. Pero si hablamos de ayer -de esos instantes llamados ayer-, Diego Ventura le ganó a Hermoso de Mendoza en el toreo a caballo. Y lo ganó muy bien ganado.
SÁNCHEZ / HERMOSO, VENTURA, HERNÁNDEZ
Toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez: despuntados para rejones. Manejables. Bueno el segundo.
Pablo Hermoso de Mendoza: rejón (leve petición de oreja y ovación); rejón, después de dos intentos (oreja).
Diego Ventura: rejón desprendido y pie a tierra tres descabellos (ovación); rejón (oreja y fuerte petición de la segunda).
Leonardo Hernández: rejón caído, después de tres intentos (silencio): rejón (oreja).
Plaza de Vista Alegre. 20 de agosto. Primera corrida de feria. Más de tres cuartos.
Creo, además, que la actuación de Diego Ventura en ese toro primero -segundo de la tarde- marcó un antes y un después. Se razona. En el primero de la tarde, Hermoso de Mendoza estuvo discreto aunque mató bien. A partir de la lección de Diego Ventura en su primer toro, Hermoso se creció en el cuarto. Estuvo bien, sin más.
Por otro lado, Leonardo Hernández, al ver la actuación de Diego Ventura salió a darlo todo, con tan mala suerte que el toro corneara a su caballo. En su segundo estuvo muy bien. Puso todo su corazón en el empeño.
El público vibró con el rejoneo de este lisboeta nacido en 1982. Su labor fue sobria y eficaz. Tenía un gran dominio de los tiempos de la lidia. Pedía a sus caballos que expusieran y él los salvaba de los pitones de los toros. Había una hermosa fusión entre caballo y caballero. Eso servía para que el público gozara de sus fulgurantes galopadas. (El caballo tiene que confiar plenamente en el jinete. Para eso está la doma del aprendizaje).FERIA DE BILBAO
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