Increíble pero cierto

Leo asombrado que Warren Buffet, hoy el tercer hombre más rico del mundo, "urge" a la Administración de Obama a subir los impuestos a los que más tienen. Asegura que ha pagado un 17% de impuestos sobre sus ganancias y que empleados suyos están en una media del 36%, cuando, como es lógico, ganan muchísimo menos que él. Dice que así no se puede salir de la crisis. ¡Toma castaña!

En términos parecidos se ha expresado el presidente de Ferrari, diciendo que Berlusconi tendría que subir los impuestos a los ricos.

Todo esto me parece el mundo dado la vuelta. Los Gobiernos elegidos por el pueblo, y por tanto sus representantes, se niegan de forma sistemática a subir los impuestos a los ricos, y los que vengan continuarán haciendo la misma política fiscal, o aún peor si cabe, respecto del trato que se dispensa a las grandes fortunas, ya que piensan que la reducción de impuestos a los ricos hace que estos creen más empleo.

Y yo me pregunto: ¿más reducción? Pero si a Buffet ya le parece que paga pocos impuestos y, además, asegura que la subida de impuestos no es incompatible con la creación de empleo, negocio e inversión.

En pocas palabras, hay que refundar la democracia porque el político está defendiendo al rico, hace oídos sordos al pobre y es el rico el que defiende los derechos de los asalariados. Increíble pero cierto.