Cameron ficha a un 'superpolicía' de EE UU
William Bratton limpió de bandas y droga las calles de Nueva York y Los Ángeles
Cuando llegó a la jefatura de policía de Nueva York, en los años noventa, se propuso "reconquistar la ciudad, manzana a manzana". Ocho años después, al ocupar el mismo puesto en Los Ángeles, quiso convertir una ciudad cuyas calles eran escenario habitual de actos de vandalismo y criminalidad en "uno de los lugares más seguros de EE UU". William Bratton, de 64 años, declaró misión cumplida en ambos casos. Ahora, David Cameron va a recurrir a él para pacificar las calles de Reino Unido y evitar que el vandalismo vuelva a sumir al país en el caos.
En un principio, Cameron quiso que Bratton fuera jefe de Scotland Yard. Lo dijo en un discurso el pasado 20 de julio, cuando, tras la dimisión de Paul Robert Stephenson por el escándalo de las escuchas ilegales del diario News of the World, pidió a la cúpula policial que le permitiera ocupar un cargo vetado a extranjeros, pero no fue posible. Bratton, finalmente, tendrá la oportunidad de poner orden en Reino Unido.
Nacido en Boston, fue jefe de policía de aquella ciudad brevemente, antes de ocupar el mismo puesto en Nueva York en una época de criminalidad rampante. Una de sus primeras medidas fue adquirir programas informáticos para crear mapas de la delincuencia de la ciudad y poder combatirla calle a calle. Las detenciones aumentaron un 25% y los índices de criminalidad se desplomaron. Como contrapartida, las quejas por abusos policiales crecieron un 50%. Bratton redujo la burocracia y creó una división especial de 2.000 agentes que limpiaron de narcotraficantes partes del Bronx, Queens y Brooklyn.
Esas lecciones las aplicó en su posterior empleo: jefe de policía de Los Ángeles. Aquella ciudad aún tenía abiertas las heridas provocadas por los saqueos y los disturbios raciales de 1992. Una paliza a un joven negro por parte de tres policías, y la exoneración de estos en los juzgados, prendió la llama de las revueltas. Murieron 53 personas. Posteriormente, la policía se vio envuelta en un caso de corrupción contra hispanos.
Bratton fue el encargado de depurar responsabilidades, imponer transparencia y recuperar la confianza de la ciudadanía. Despidió a agentes corruptos, contrató a 1.000 más -muchos de ellos afroamericanos o hispanos-, redujo los crímenes en un 50% e intensificó la colaboración con otros cuerpos de policía.
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