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Reportaje:

El primer colgante

Aranzadi halla en Gipuzkoa un canto ornamental de 25.000 años - Es una de las piezas de sus características más antigua de España

Es una piedra, exactamente un canto de río de lucita, de unos 10 centímetros de largo y dos o tres de ancho, con una perforación en un extremo. El mineral había estado hasta ahora oculto en el yacimiento de Irikaitz, en Gipuzkoa, y su hallazgo supone haber dado con un colgante de hace 25.000 años, el más antiguo encontrado en una excavación al aire libre en la península. Un grupo de científicos y voluntarios de Aranzadi son los responsables del descubrimiento, del cual dio ayer cuenta el director de la excavación, Álvaro Arrizabalaga.

"La pieza está muy bien conservada y hemos tenido la suerte de poder sacarla sin dañarla en ningún sentido", explicó Arrizabalaga. El profesor de la UPV, aclaró que el canto, por su dispoción, indica que estuvo colgado y que su otro extremo fue utilizado como herramienta para retocar el filo de otros objetos, como flejas o rascadores de sílex. "Es un colgante que además de cumplir la función simbólica u ornamental fue utilizado como herramienta y para no perderla la llevaban colgada", apuntó.

"También fue utilizado como herramienta", explica el director de la excavación
El equipo que ha hallado la piedra está formado por especialistas y voluntarios

La cultura a la que pertenece el colgante es la gravetiense y de la misma época en toda la península "se habrán encontrado unas 20 piezas con la peculiaridad de que siempre han aparecido en cuevas", señaló y comparó su relevancia con la de los collares de Praileaitz, de 15.000 años de antigüedad.

Aranzadi lleva desde 1998 trabajando en el yacimiento, todos los veranos un grupo de especialistas y voluntarios "de las universidades vascas, del resto de España o del extranjero y de las más diversas disciplinas, también hemos tenido periodistas", aclaró Arrizabalaga, desarrollan un taller. El descubrimiento, por ello, "no es casual, no se trata de alguien que va paseando y encuentra algo de lo que se desconoce su contexto y antigüedad".

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El área en la que trabajan Arrizabalaga y su equipo alberga yacimientos con dos fases de ocupación, la primera de 25.000 años de antigüedad y la segunda de 250.000. "La más próxima a nuestra época estaba poblada por habitantes de la misma especie que nosotros y en la más antigua e importante, del paleolítico inferior, el humano protagonista es el mismo que el de Heildeberg al igual que el de la Sima de los Huesos de Atapuerca", añadió.

Los pobladores de hace 25.000 años utilizaban el yacimiento "como espacio de caza para grupos itinerantes, que se desplazaban cerca de ocho veces al año en busca de determinado tipo de recursos".

Irikaitz tiene una serie de particularidades, como explicó el profesor, que además facilitan los trabajos en la zona "tenemos conocimiento de varios yacimientos de esta cultura en un radio muy pequeño". La concentración supone una mayor fuente de información para la contextualización y datación de los hallazgos.

Álvaro Arrizabalaga muestra el collar hallado en el yacimiento de Irikaitz.
Álvaro Arrizabalaga muestra el collar hallado en el yacimiento de Irikaitz.JUAN HERRERO (EFE)

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