Vilagarcía se declara a punto de la quiebra, con una deuda de 7 millones

Los resultados de una auditoría y las cuentas del departamento de Intervención sitúan al Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa al borde de la quiebra con unas deudas de siete millones de euros heredadas del bipartito (PSOE y BNG) que gobernó la ciudad durante los últimos 20 años. El regidor actua, Tomás Fole, del PP, ya ha presentado los informes económicos a los grupos de la oposición y un plan de prioridad ante la crítica situación financiera que apenas permitirá hacer frente al pago de nóminas a los funcionarios y de servicios mínimos municipales.

La reacción de la oposición no se ha hecho esperar y han culpado al Gobierno popular de crear un escenario propicio para justificar una subida de impuestos irremediable y un recorte en las partidas de gasto social.

Fole atribuyó el anuncio de la grave situación económica que atraviesan las arcas municipales a su intención de poner en marcha una política de diálogo y transparencia "que el bipartito negó durante la última legislatura". BNG y EU le devolvieron acusaciones contra su discurso "catastrofista" y arremetieron contra el sueldo del alcalde y de sus concejales. Defendieron que las retribuciones del equipo de Gobierno centran las máximas preocupaciones del regidor.

En un comunicado difundido ayer, el Gobierno del PP acusa a sus antecesores en el bipartito de "ser los únicos culpables de la situación y de dilapidar los recursos públicos que elevaron el déficit del ayuntamiento a casi cuatro millones de euros".

Los populares califican de mentiras las acusaciones sobre el sueldo del alcalde vertidas por el concejal de Esquerda Unida, Juan Fajardo, al que señalan de "cómplice" de la situación de este Ayuntamiento ponvetedrés. Insisten en que el alcalde mantuvo el sueldo de su predecesora, Dolores García, (51.000 euros) además de reducir el número de concejales liberados que tienen derecho a percibir una dedicación exclusiva. "¿Pero si la situación es tan grave cómo no se han rebajado los sueldos?", sigue preguntándose la oposición, tras escuchar las explicaciones de Fole y su equipo.

Respecto a los siete millones de euros que debe el Ayuntamiento, tanto BNG como EU creen que es una excusa para no pagar a los proveedores y exigen un informe pormenorizado que aclare por qué se ha llegado a esta situación financiera.

El equipo del alcalde asegura que este escenario es el resultado del "derroche" del que hizo gala el ex primer teniente de alcalde en el área de Cultura, el nacionalista Xosé Castro Ratón, y de gestionar el Ayuntamiento con unos presupuestos prorrogados.