Francia y Alemania aplauden las reformas de Zapatero y Berlusconi pero exigen acelerarlas

La canciller alemana Angela Merkel y el presidente de Francia Nicolas Sarkozy dieron ayer una señal de apoyo a la compra de bonos italianos y españoles en los mercados secundarios a partir de hoy por parte del Banco Central Europeo (BCE). Pero con una contrapartida: ambos urgen a España e Italia a concretar sus medidas de "consolidación fiscal y aumento de la competitividad". La alemana y el francés se mostraron confiados en que sus respectivos parlamentos aprobarán en septiembre las reformas del fondo de estabilización de euro (EFSF) acordadas el 21 de julio en la cumbre extraordinaria de Bruselas.

En un comunicado conjunto, apalabrado ayer por la tarde, los mandatarios celebraron la futura "flexibilidad" del fondo, que le permitirá combatir la crisis interviniendo a su vez en los mercados secundarios de deuda soberana, según le vaya indicando el BCE. El fondo de 440.000 millones de euros servirá, además, para recapitalizar instituciones financieras.

Sobre la situación que afecta a España e Italia principalmente, Merkel y Sarkozy dijeron celebrar la "meta que se han fijado las autoridades italianas para equilibrar sus presupuestos un año antes de lo que se habían propuesto previamente". La medida, señalan, es "de fundamental importancia" para "restaurar la confianza de los mercados", donde existen reticencias a prestar dinero a España e Italia. Durante las últimas semanas se han extendido los temores de que España e Italia necesiten pedir un rescate económico similar al de Grecia, Portugal e Irlanda. La mayoría de los expertos, así como según diversas informaciones también el Gobierno alemán, consideran que un rescate de Italia sería demasiado caro. La consecuencia podría ser el desmembramiento de la Unión Monetaria y el final del euro.