La presión bajista no cesa

Llega agosto, mes vacacional por excelencia, y quedan demasiados fuegos por apagar como para que los inversores desconecten de la situación del mercado (aunque estén en las playas). La última semana del mes de julio volvió a estar caracterizada por una gran volatilidad. A pesar del acuerdo de Bruselas para activar un segundo rescate para Grecia, el futuro económico del país mediterráneo aun está lejos de aclararse y la presión de los mercados sobre la deuda de la periferia europea continúa sin relajarse.

Por si los problemas en Europa no fueran suficientes para establecer cualquier estrategia de inversión, al otro lado del Atlántico la situación va de mal en peor. Su economía no acaba de despegar, como confirmaron los datos de evolución del PIB publicados esta semana, y el bloqueo político para subir el techo de gasto público amenaza con llevar a la principal potencia económica del planeta a la suspensión de pagos. La cuenta atrás continúa. El plazo para evitar este desaguisado de consecuencias imprevisibles finaliza el próximo 2 de agosto.

En este contexto, la Bolsa española sufrió otra semana de pérdidas. En cinco sesiones el índice selectivo Ibex 35 se dejó un 4,26% de su valor, alejándose de los 10.000 enteros que había reconquistado la semana precedente. A los problemas heredados de fuera, la renta variable española tuvo que cargar con tres factores adicionales: la amenaza de Moody's de recortar la calificación a la deuda española, los malos resultados empresariales (los beneficios de las compañías del Ibex en el primer semestre de 2011 cayeron un 6%) y la incertidumbre política que se abre con la convocatoria electoral. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no ha pudido cumplir su promesa inicial de agotar la legislatura (marzo de 2012) y ha fijado el simbólico 20 de noviembre como fecha para acudir a las urnas y elegir a su sustituto.

Si bien los mercados venían demandando un adelanto electoral para conformar un Gobierno fuerte que profundice en las reformas estructurales, también es cierto que ahora se abre un periodo de especulaciones acerca de cuál será el resultado de los comicios (los sondeos siguen dando una cómoda victoria al Partido Popular) y lo que quizás es más importante, se tendrán que prorrogar los Presupuestos Generales para 2011 a la espera de la llegada de un nuevo presidente.

Todos estos factores también pesaron sobre la prima de riesgo. El diferencial entre lo que el mercado exige a España por comprar su deuda en relación con la rentabilidad de los bonos alemanes (los más seguros) se amplió durante la semana pasando de 294 puntos básicos a 354 puntos.

Por lo que se refiere al mercado de divisas, la semana fue relativamente tranquila y el euro mantuvo el tipo de cambio de 1,43 dólares. -