La ruina de las casas del Tajo de la Encantada
Una central hidroeléctrica podría ser la causante de las grietas de El Chorro
David es un inglés jubilado de 60 años que lleva viviendo en España 28, y hace 10 se compró una pequeña casa en la barriada de El Chorro, pedanía del municipio malagueño de Álora. El pasado viernes el alcalde de la localidad, José Sánchez, le hizo llegar a él y dos vecinos más una orden de desalojo porque sus casas se caen y ellos corren un grave riesgo si siguen viviendo allí. En cualquier momento las viviendas se pueden derrumbar debido a los movimientos de tierra ocasionados, presuntamente, por la central eléctrica del Tajo de la Encantada.
La barriada de El Chorro está situada junto al embalse de La Encantada. Justo encima está la citada central eléctrica que pertenece a la empresa Endesa. Según estudios geotécnicos que los vecinos de la pedanía y el propio Ayuntamiento de Álora encargaron, la actividad hidráulica de la central puede ser la causante de los desplazamientos de tierra que se han producido en una ladera cercana y en el subsuelo de las viviendas.
Desde que se construyó la central hace 30 años los vecinos ya notaron que en alguna de sus casas aparecían grietas, pero desde hace unos meses la situación se ha vuelto insostenible. Debido a las fuertes lluvias que se registraron el pasado invierno, tres de las casas más antiguas se tendrán que desalojar por el riesgo de que se caigan. Aunque en El Chorro hay 11 viviendas que ya están apuntaladas, "si siguen creándose grietas de la forma tan rápida que lo están haciendo, posiblemente en septiembre haya que volver a desalojar", comenta la presidenta de la asociación de vecinos de El Chorro, Mayte Rengel.
Ante esta situación de extrema urgencia el Ayuntamiento de Álora decidió tomar medidas. El Ayuntamiento se ha comprometido a pagar a las familias desalojadas tres meses de alquiler mientras se conoce el último estudio geotécnico que se ha encargado para confirmar si la central eléctrica de Endesa es responsable de la situación.
David tiene el suelo de su vivienda prácticamente hundido, y desde hace unos días tiene que dormir en su jardín por miedo a que la casa se le caiga encima. Él no tiene donde ir, toda su familia está en el extranjero y no quiere abandonar su hogar. "Yo entiendo, hasta cierto punto, la posición del Ayuntamiento, que tiene las manos atadas y no es el responsable de la situación. Me está ayudando", afirma. Otro de los vecinos, que vive solo, se va a mudar a casa de su madre en Álora, y la última familia con situación grave son los únicos que no están dispuestos a dejar su vivienda. "Ellos dicen, que quién les garantiza que en tres meses está el problema solucionado", comenta la presidenta de la asociación vecinal.
Por el momento todos están a la espera de lo que diga el estudio. "Tardará unos 20 días, y con él en las manos, intentaremos llegar a un acuerdo con Endesa", explica el delegado provincial de Medio Ambiente en Málaga, Francisco Fernández España. Por el momento, la compañía eléctrica no se ha pronuncia.
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