Zona Franca soslaya el puerto seco de Vigo en su plan de inversiones

En casi toda Galicia la oferta de suelo empresarial es ya superior a la demanda. En el área de Vigo, sin embargo, la Zona Franca sigue promoviendo suelo industrial y los equipamientos correspondientes. A ello destinará el próximo año 52,1 millones de euros, en su mayor parte para la creación de un nuevo polígono en Vigo, el de Matamá. Hasta 2015 prevé invertir más de 231 millones en la comarca viguesa con fines análogos. Como contrapunto, la Zona Franca parece desentenderse de su participación en la Plisan (Plataforma Logística Industrial Salvaterra-As Neves) o puerto seco de Vigo, aunque Teresa Pisano, delegada del Estado en el consorcio, expuso ayer que en su política está "la continuación de trabajos" en ese polígono que no acaba de despegar, ni siquiera concretarse, una década desde su creación.

Del polígono de Salvaterra, nadie concreta su estado ni expectativas

El pleno del Consorcio de Zona Franca aprobó ayer los presupuestos de 2012, un ejercicio en el que, "debido a una política de contención del gasto y de planificación prudente, y aun considerando un contexto económico con incertidumbres", espera obtener resultados positivos. Dedicará 29,5 millones a compras de suelo para el polígono de Matamá, en Vigo, y otros 16,2 millones a dotaciones de infraestructuras en el ya inaugurado de Porto do Molle, en Nigrán. Nada se cuantifica en cambio para la Plisan.

La Xunta continúa los trabajos de urbanización en la parte que le corresponde en ese polígono, según informaron ayer fuentes de la Consellería de Infraestructuras. Sería el único dato que contradice el aparente marasmo del polémico polígono, tras el zarpazo de 700.000 metros cuadrados a su superficie que impuso una sentencia del Tribunal Supremo, el año pasado. Tampoco hay mayores señales relacionadas con las intenciones de Mitsubishi de instalar ahí su fábrica de baterías de litio para coches eléctricos.

La práctica totalidad de la superficie excluída del polígono original, por ser suelo de especial protección forestal, correspondía a la Zona Franca, titular inicialmente de 886.440 metros cuadrados. Ahora solo es propietaria de la mitad de la zona de servicios generales del polígono (la otra mitad pertenece a la Xunta).

En el nuevo plan sectorial que tramitó Medio Ambiente para someterse a la sentencia judicial no se ha efectuado aún redistribución alguna de las superficies que corresponderán a cada uno de los promotores (Autoridad Portuaria, Zona Franca y Xunta), en el supuesto de que vaya a hacerse, cosa de la que este periódico no obtuvo ayer ninguna referencia. La Xunta ni siquiera ha sustanciado el pago de los derechos mineros del suelo expropiado para la formación del polígono, unos ocho millones de euros, pese a desistir, en diciembre del año pasado, de sus recursos ante el Tribunal Supremo para evitar pagarlos.

En este contexto, Teresa Pisano consideró ayer "fundamental para Vigo" la inversión de casi 30 millones, el próximo año, en la compra de más de un millón de metros cuadrados para formar el polígono de Matamá y que en él se puedan instalar empresas "en el momento en que se supere el actual ciclo económico". En Porto do Molle, en Nigrán, inaugurado este año y calificado como "enclave tecnológico" por el Ministerio de Ciencia y Tecnología -lo que permitirá a las empresas que se instalen en él acudir a las convocatorias de ayudas públicas de I+D+i-, ya se están instalando nueve compañías, hay 40 naves bioclimáticas y se ha empezado a construir dotaciones complementarias que se espera concluir el próximo año con una inversión de 7,8 millones. Además, Zona Franca ampliará en 20 hectáreas el Parque Tecnológico y Logístico de Vigo con una inversión de 34,3 millones el próximo año y el siguiente.

La Xunta, por su parte, ha ocupado ya el 30% del polígono de Veigadaña, en Mos, e impulsa otro parque en Tomiño. Pero nada parece sacar a la Plisan de su conflictivo marasmo.