"Puedo hacer creaciones tradicionales, pero sé que el teatro va a estar vacío"
Antonio Najarro (Madrid, 1975) es una persona que no alza la voz en los ensayos. Su compañía escucha obediente las indicaciones del coreógrafo, que en septiembre los dejará para dirigir el Ballet Nacional de España (BNE). Su actuación esta noche en los Veranos de la Villa es su despedida de Madrid como bailarín para entregarse de lleno a la dirección.
Pregunta. La despedida con Jazzing Flamenco, ¿es porque le ha cogido desprevenido lo del Ballet Nacional?
Respuesta. No, porque es el espectáculo que mejor me define. De los otros espectáculos estoy muy satisfecho -el último Suite Sevilla, un montaje mucho más tradicional-, pero en Jazzing Flamenco, al querer ambientarlo en un club nocturno, he podido aportar un matiz de elegancia a mi coreografía, de exquisitez.
"Mi labor es dar aire fresco a la compañía a partir de septiembre"
P. Tiene fama de llano y de tranquilo. ¿Teme que cuando entre al Ballet Nacional todo eso se le olvide?
R. Mucha gente me hace esta pregunta y es muy sonado que la persona que entra y se sienta en el despacho del director del BNE cambia totalmente. Nunca se sabe, creo que coger las riendas del Ballet Nacional es una gran responsabilidad, pero crear mi propia compañía hace nueve años con 28 bailarines también lo fue. Sé que voy a ser el embajador de la danza de nuestro país, a ese nivel sí me voy a sentir más responsable, pero voy a seguir manteniendo mi forma de ser.
P. Después de la salida de Nacho Duato de la Compañía Nacional de Danza, ¿hay también polémica en la transición del BNE?
R. Mi caso es muy diferente al de la Compañía Nacional de Danza, principalmente porque José Antonio Ruiz [el director saliente] ha sido mi maestro durante muchos años. Él me dio mis primeras oportunidades como bailarín solista, y siempre lo he respetado mucho. Conozco perfectamente su trabajo en el BNE: no lo voy a juzgar ni voy a entrar a valorar si estoy de acuerdo o no con su trabajo. Por eso este cambio no va a ser traumático: he sido llevado de la mano de José Antonio, me ha presentado a toda la compañía... Mi labor es la de meter aire fresco en el Ballet Nacional de España.
P. ¿Qué va a pasar con su compañía?
R. La tengo que deshacer. El 10 de agosto tenemos la última función. Primero, es una incompatibilidad, no puedo llevar una compañía de autor y dirigir el Ballet Nacional de España. Y segundo, yo cuando empiezo un proyecto de este calado necesito estar encima al 100%, porque es la única manera de que ese proyecto te defina a ti como artista. Si hay un fallo, es el fallo del director, y si hay un éxito, también es el del director.
P. ¿Por qué deja de bailar?
R. He estado seis años en el BNE y he vivido tres cambios de dirección. Hay que dar algo al Ballet Nacional y eso tiene que ser estar al 100%. Si quiero seguir bailando no voy a poder darle las vueltas que hay que darle al BNE. Ya que me ha elegido un comité de sabios, tengo que entregarme por completo a la dirección.
P. ¿Habrá temporada fija en Madrid?
R. Sí, dos al año en el teatro de la Zarzuela. En marzo de 2012 va a ser todo nueva creación de generaciones más jóvenes. La segunda temporada, en otoño, será de recuperación de repertorio, con artistas muy consolidados. Pretendo atraer a un público más joven.
P. ¿Hace falta la fusión para resucitar la danza española?
R. A mí me ha funcionado muy bien, porque hay un vacío generacional en la danza española, no se ha cuidado. Lo único que he intentado ha sido llamar la atención de la gente. Puedo hacer creaciones tradicionales, pero sé que el teatro va a estar vacío.
Jazzing Flamenco. Compañía de Antonio Najarro. Jardines de Sabatini, a las 22.00. Entradas: de 15 a 27 euros.
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