"Los médicos me recomendaron andar"
Salió de su pueblo, Morata de Jalón, el 11 de julio para unirse a la marcha de los indignados de Zaragoza. Tres días después tuvo que regresar precipitadamente a casa: "¡Papá, se han escapado las dos mulas!". Su hijo estaba desesperado. Había comprado dos mulas pirenaicas salvajes y un día de tormenta las bestias se asustaron y escaparon y tuvo que "volver a echarle una mano". A los tres días, las encontraron en el monte. Este maño, operado dos veces del corazón, asegura que sus tres hijas se sienten orgullosas de él. A Dolores, su señora, no le hace mucha gracia que Antonio haya participado en esta aventura. "Aunque ideológicamente me apoya, se preocupa por mi salud". Pero él dice sentirse de maravilla. "Además, los médicos me recomendaron andar mucho". Se siente con la obligación de ayudar a los jóvenes y ayer se reunió de nuevo con sus compañeros de viaje en Madrid. No quería perderse la entrada triunfal a Sol.
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