Vilaboa se echa a la calle contra el derribo de viviendas que Costas declara ilegales

"¡La justicia y las leyes tienen que ser para todos igual!", concluyó, con alto espíritu de lucha, el manifiesto leído en la protesta de ayer en Vilaboa, convocada por la plataforma Salvemos Vilaboa y en la que participaron unas 500 personas para impedir todo derribo de viviendas mientras se negocie el plan urbanístico. Los participantes exigen que se reconozca lo que "Vilaboa en su día aprobó de modo legal", que amenaza a más de 200 casas.

A la marcha asistió el gobierno bipartito y la oposición del PP. Un "error administrativo" de 1988 no puede ser argumento para ilegalizar las casas de núcleos rurales costeros, en eso coinciden todos. Fueron construidas con licencia municipal según unas normas subsidiarias aprobadas seis meses antes que la Ley de Costas, que las ignoró porque el Ayuntamiento no las comunicó en tiempo.

"Vilaboa es un municipio rural que, afortunadamente, como se puede ver, no fue presa de la especulación urbanística que invadió la costa en muchos lugares de Galicia", dice el manifiesto. "Aquí no tenemos ni tuvimos alcaldes corruptos ni constructores que compraban la voluntad de los políticos para hacer lo que se les antojara".

Un error administrativo "no puede hoy lastrar la pacífica convivencia de los vecinos de Vilaboa, ni por manías persecutorias contra ciudadanos de un determinado grupo político ni por ninguna otra razón", defendió el manifiesto. "Somos gente pacífica que quiere solventar los problemas por la vía del diálogo, pero seremos exigentes con las Administraciones en la defensa de los intereses de Vilaboa", añadieron los convocantes. En particular, con la Xunta, que en otras partes "hace todo lo posible por legalizar edificios de especuladores". "No permitiremos que se amenace a vecinos por ser significados políticamente mientras a miembros del Gobierno de Feijóo con órdenes de derribo de sus viviendas se les van retrasando para no realizarlas".