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CLIC CLAC | TOUR 2011 | 17ª etapa
Columna
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Un plan

Decidido, convencido y concentrado. Boasson Hagen ayer tenía un plan, y nada podía interferir en su ejecución. Vino a este Tour con la idea de ganar alguna etapa, y ese plan ya estaba concluido. Pero, ¿por qué darse por satisfecho cuando aún se puede hacer más? Ganó la etapa de Lisieux en la primera semana venciendo a su amigo y rival Hushovd, que se tuvo que conformar con ser tercero; primera para Noruega. Luego llegaron las dos de Hushovd y ayer la cuarta, para igualar las cuentas de los dos nórdicos.

Tras la Dauphiné, en junio, los corredores del Sky inspeccionaron gran parte de las etapas de este Tour. Aquí, en Pinerolo, subieron y bajaron el Col de Pramartino en dos ocasiones, tratando de memorizar y de apuntar en el disco duro de las neuronas todos los detalles de una bajada tan excitante como técnica.

El noruego Boasson Hagen ya había inspeccionado antes esa bajada, y la había grabado en vídeo
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Resulta que los kilómetros finales de esta etapa fueron exactamente los mismos de una etapa disputada en el Giro del 2009 en la que Di Luca se lanzó como un poseso en el descenso. A mí esto me lo han contado, pues aunque participé en aquel Giro ni llegué a aquella etapa ni tuve la oportunidad de verla en directo; estaba más ocupado en cosas más importantes. Hoy sí que pude disfrutar de esos kilómetros desde mi bicicleta, y lo que vi fue una bajada rápida y técnica, pero no exactamente peligrosa. El peligro está en el riesgo que cada uno sea capaz de asumir. Era una bajada muy rápida por la pendiente negativa, con muchas curvas entrelazadas y con el asfalto en buen estado, aunque en algunos lugares las raíces levantaban ligeramente el piso y podían constituir un problema a la hora de apurar la frenada -un bote de rueda traicionero-.

Los rayos de sol se colaban de vez en cuando entre la frondosidad de la vegetación, así que aunque era una bajada sombría que estaba totalmente seca, había que estar especialmente concentrado, pues los claroscuros hacían que -con las gafas de sol puestas- al ojo le costase adaptarse a la luz.

Además, en aquella inspección al puerto Boasson Hagen grabó un vídeo de la bajada, vídeo que, por si acaso, vio de nuevo ayer en su ordenador en los minutos previos a la salida de Gap.

Pero para que el plan saliese bien, una condición indispensable era meterse en la fuga. Y para meterte en la fuga tienes dos opciones: o te fías de tu olfato y te metes en la que parece buena, como el caso de Rubén Pérez, o te fías de tus fuerzas y te metes en todas, caso ayer de Casar o del ganador, Boasson Hagen. Claro que para esto último, tratándose como se trata de la tercera semana de carrera, además de fuerzas hace falta tener mucha mucha clase. Evidentemente, el ganador de ayer es uno de esos corredores a los que la clase le sale por cada uno de los poros.

Así que con ese plan en la cabeza salió el noruego en la etapa que llegaba a Pinerolo, espoleado además por la derrota ante su compatriota-amigo-guía-rival del día anterior en Gap.

Y el plan salió perfecto, así que Edvald, gracias por todo este bonito espectáculo.

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