La cuarta placa de la memoria

"Escribo hoy viernes 7 de agosto de 1936 y son las ocho de la tarde. No sé lo que me sucederá esta noche... Al suceder lo que espero, todos los días tened la seguridad de que mi último recuerdo será para vosotros. Os abraza vuestro esposo, padre y hermano, Luis". Estas líneas son un fragmento de la carta que el exalcalde de Granada Luis Fajardo Fernández escribió desde la prisión en forma de "testamento", según la misiva, y para hacer constar "el desvelo y profundo cariño" que por todos ellos sentía en esos "trágicos momentos". Su agonía se prolongó unos días más.

Él fue uno de los asesinados en Granada al comienzo de la Guerra Civil. Y uno de los homenajeados ayer por cerca de las 200 personas que se congregaron en el cementerio por las víctimas ajusticiadas en la tapia del camposanto granadino, donde hay documentados cerca de 4.000 fusilamientos. Varias asociaciones organizaron el homenaje y colocaron, como años atrás, una placa conmemorativa con la leyenda: "A las víctimas del franquismo, fusiladas en esta tapia por defender la legalidad democrática de la República". La cuestión está en saber cuánto va a durar ahí. Los tres años anteriores desapareció a los pocos días del cementerio, que gestiona una empresa municipal.

El vocal de comunicación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada, Francisco Vigueras, pidió al Ayuntamiento, gobernado por el PP, que "respete la placa" que tiene mucha "fuerza simbólica" para los familiares de las víctimas. Con la ausencia de los miembros del gobierno municipal, se desarrolló el acto, en el que sí estuvieron concejales de PSOE e IU y el comisario de Memoria Histórica de Andalucía, Juan Gallo. Según anunció, está previsto que la Junta apruebe antes de vacaciones el decreto de lugares de memoria, por lo que esa tapia quedará protegida, tal y como reclaman las familias de las víctimas.

El episodio cada año se repite. Se coloca la placa en la tapia donde aún se advierten huellas de balas y días después no hay rastro de ella. El Ayuntamiento inauguró en febrero en el cementerio una escultura denominada Piedad que pretende recordar a todas las víctimas. En eso, y en un espacio de memoria, en el que se puede inscribir el nombre de cualquier fallecido en Granada por cualquier motivo, se escuda el Consistorio para rechazar la instalación de ese objeto conmemorativo. La ARMH pide que se respete igual que hay una sección dedicada en el patio de Santiago, dentro del cementerio, "A los caídos por Dios y por la patria". No hacerlo, sostienen, es querer borrar una parte de la historia.

Además de la lectura de cartas, el acto consistió en una ofrenda floral, una lectura poética y un recital flamenco. Familiares de víctimas, como el hijo del concejal Juan Fernández Rosillo, asistieron al homenaje que se desarrolló en la parte aún intacta de la tapia, que podrá ser rotulada cuando se apruebe el decreto.