Montero rechaza "rotundamente" la aplicación del copago sanitario

Rechazo total y "rotundo" al copago. En pleno debate sobre el futuro de la financiación sanitaria, un asunto que hoy va a abordarse entre Gobierno y comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud, la consejera María Jesús Montero quiso dejar clara la posición de Andalucía ante el espinoso debate del copago sanitario.

Los motivos de la oposición de la consejera a este sistema de financiación la sanidad pública versan sobre las desigualdades entre ricos y pobres: "Todos los ciudadanos contribuyen a través de sus impuestos, aunque en función de su nivel de renta, con el sistema sanitario. Es una carga fiscal repartida equitativamente entre todos".

No obstante la Montero sí apostó por que los impuestos que graven el alcohol y el tabaco vayan destinados a la sanidad, como ya ha manifestado en otras ocasiones.

La consejera insistió en que el sistema de copago "no arregla nada", y no permite una menor frecuentación de los servicios. "Tampoco aportaría una fuente de ingresos adicional al sistema sanitario", añadió, "para que eso se produjese el nivel de cobro tendría que ser muy significativo, y eso perjudicaría a la salud de los que menos tienen".

El planteamiento de la instauración del sistema de copago viene dado por el hecho de que en España cada habitante visita al médico, como promedio, nueve veces al año, cuando en otros países de la Unión Europea la media está en cinco visitas anuales.

De este dato se deriva una percepción de abuso de la sanidad pública por parte de los ciudadanos. La principal causa de este abuso se relaciona con la gratuidad del servicio, por lo que desde hace meses se viene hablando de seguir el modelo de otros países, como Italia o Portugal, que propone pagar una cantidad cada vez que se acuda a una consulta médica.