El quinquenio vertical

En los últimos cinco años el sector textil de moda ha librado una dura batalla por el cetro mundial con tres firmas globales: GAP, H&M e Inditex. Ha sido un quinquenio en el que ha ganado el pulso el modelo vertical del grupo español (hace el diseño, la fabricación, la logística, la distribución y la venta). En el año 2005, la estadounidense GAP vendía por valor de 11.361 millones de euros y en 2010 esa cifra era de 10.400 millones. La sueca H&M facturó en 2005 un total de 6.725 millones y al final del pasado año esa cifra era de 11.908 millones. Inditex cerró el año 2005 con unas ventas de 6.741 millones y al final de 2010 la cifra era de 12.527 millones. Al igual que en las ventas, en la apertura de nuevas tiendas el estirón del grupo español es notable. De los 2.692 establecimientos a cierre de 2005 se ha pasado a 5.044 al final del ejercicio de 2010. GAP, en ese periodo, ha pasado de 3.048 tiendas a 3.246, mientras que el tercero en la pugna, H&M, pasó de las 1.193 tiendas a 2.206. La asignatura pendiente de Inditex para llegar al número uno pleno se da en el apartado de beneficios, aunque el avance ha sido importante. H&M es la primera en este concepto, ya que cerró el ejercicio de 2010 con un beneficio de 2.051 millones desde los 1.015 del año 2005. Inditex ganó el pasado 1.732 millones desde los 803 millones que consiguió en 2005. GAP en este aspecto queda muy lejos y ganó el pasado año 854 millones muy pocos más que los 789 millones del año 2005. En valor en Bolsa, Inditex superó a H&M el pasado mes de junio, aunque este dato es oscilante y está muy ajustado. La integración vertical y el modelo multimarca ha sido uno de los elementos diferenciadores de la empresa de Amancio Ortega y uno sus principales baluartes, en opinión de Antonio Camuñas, consultor y conocedor de la evolución de la compañía. Este consultor afirma que Zara representó una vuelta de tuerca al modelo de integración vertical del sector y que estuvo aderezado con otras decisiones. "Zara, la marca más conocida, optó por no hacer publicidad (solo mensajes escuetos en rebajas) y hasta la fecha ha logrado algo impensable en el mundo de la moda: vender sin necesidad de darse a conocer", remarca Camuñas. El escaparate como mensaje comercial, la rotación de prendas en los estantes dos veces por semana, una red de suministradores que comparten los valores que les pide Inditex completan este modelo de negocio en ebullición.