Arte cargado de ideología

Un magnífico cuadro datado en 1976 de intenso color fuego con una mano en negro y el lema Qui té por del roig?, una sorpresa en valenciano cuando el autor es el italiano Valerio Adami, resume la exposición Arte gráfico en la colección Martínez Guerricabeitia que ayer se inauguró en la sede de La Nau de la Universitat de València. Se trata de una obra contemporánea a sus colaboraciones con el Partit Comunista del País Valencià, un cuadro de compromiso político acorde, según el vicerrector de Cultura de la Universitat, Antonio Ariño, a una "época de democratización del arte, tanto en el objetivo, porque es un arte implicado en la transformación social, como por el lenguaje y los medios del mismo".

La exposición exhibe 70 piezas de autores como Chillida, Tàpies, Genovés, Lichtenstein, Anzo o el Equipo Crónica, correspondientes a una época en la que caló la idea de que "para que el arte sea accesible debe ser reproducible", según Ariño, con la idea de que los ciudadanos "puedan apropiarse del arte, llevárselo a casa".

La muestra arranca con obras de abstracción informalista de los años sesenta. Un momento en el que "el arte oficial era un realismo complaciente", de escasa repercusión. Y con la paradoja de que el arte rompedor adquirió un prestigio internacional y el régimen franquista se apropió de esta corriente y la usó para dar una imagen más suavizada de la dictadura. Ya en la transición, las obras evocan la democratización del arte, una corriente inmersa en partidos políticos y movimientos sociales en la que domina el figurativismo crítico.