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Acciona mantiene su proyecto de molinos frente a la costa de Cádiz

Astilleros de Puerto Real construirá estructuras eólicas marinas en 2012

Cádiz acogió ayer la primera firma entre una empresa energética y un astillero para construir conjuntamente estructuras eólicas marinas. También fue esta misma provincia la que acogió hace siete años los primeros proyectos para ubicar molinos en el mar en España. Una iniciativa energética en auge en otros países, pero que aquí se ha estancado por la complejidad burocrática y el rechazo ciudadano. Acciona y la empresa naval Navantia escenificaron ayer un intencionado impulso a estos proyectos. La compañía energética mantiene su intención de construir en la costa gaditana, "idónea" para Mar de Trafalgar, un parque eólico marino frente a Barbate, Vejer y Conil.

La energía eólica marina se ha topado en España con un muro difícil de derribar hasta ahora: convencer a los municipios donde se proyectaron los molinos que la creación de puestos de trabajo y el poder de atracción inversora supera al posible impacto visual o a las repercusiones en sectores como la pesca o el turismo. Un ejemplo claro fue Mar de Trafalgar, el más ambicioso y desarrollado de los cinco proyectos que llegó a haber en la misma zona de la costa gaditana. Los ayuntamientos de Barbate, Conil y Vejer recogieron el sentir ciudadano y se negaron si quiera a dialogar con las empresas. La Junta de Andalucía aceptó este rechazo al entender que sin consenso social no podía haber molinos en el mar.

Acciona considera el litoral gaditano idóneo para la nueva tecnología

La presidenta de Acciona Energía, Carmen Becerril, reconoció ayer que el proyecto eólico marino frente a Trafalgar sigue adelante. "Lo desarrollamos en 2004 y mantenemos el convencimiento de que puede hacerse", aseguró. "La costa de Cádiz por sus condiciones de viento y las características físicas que posee es idónea para ubicar esta tecnología", añadió. Luchar contra el rechazo ciudadano es uno de los retos que tiene por delante. También conseguir el "impulso político" necesario para que, de una vez, tras ocho años de tramitación, el Gobierno termine el decreto que debe regular cómo las empresas puedan aspirar a construir estos parques eólicos marinos.

El rechazo social se fundamenta en los perjuicios que para esos pueblos pueden generar los molinos en sectores estratégicos como el pesquero o el turismo. El acuerdo con Navantia es considerado por Acciona como el mejor argumento para convencer a los políticos locales y a gran parte de la sociedad. Porque construir los molinos en los astilleros ofrecerá la posibilidad de atraer inversiones y de garantizar cientos de puestos de trabajo. Se pone como ejemplo el área portuaria de Bremerhaven, en Alemania, que en los ochenta era una zona en clara decadencia y ahora aspira a crear 1.200 empleos solo en el polígono industrial especializado en energía eólica marina.

El acuerdo entre Acciona y Navantia establece que los astilleros de Puerto Real, en Cádiz, y Fene, en A Coruña, sean los que se queden con los contratos. "Tenemos la tecnología y la experiencia. No vamos a dejar de hacer barcos, pero hay que ampliar horizontes", asumió el consejero delegado de Navantia, Luis Cacho.

Los primeros contratos son inminentes. Ya está en marcha el diseño, fabricación e instalación de una torre de medición meteorológica flotante para el Cantábrico. Se construirá en Puerto Real a partir de 2012. En la costa catalana se van a instalar tres molinos sobre una plataforma flotante que se construirá también en el astillero gaditano. Y también se trabaja en el desarrollo de un buque para la instalación de molinos en el mar, que también sería diseñado en Navantia.

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