Un jardinero acepta 31 años por matar a puñaladas a un matrimonio

Un hombre, jardinero de profesión, admitió ayer que mató a puñaladas a un matrimonio octogenario alemán para el que había trabajado para robar un total de 6.350 euros. El procesado, tras asumir la autoría del doble crimen, se conformó con la pena de cárcel solicitada por el fiscal, en total 31 años de prisión (13 por cada asesinato y cinco más por robo). Tras asumir la autoría de los hechos y la pena que pedía el representante del ministerio fiscal, la sala, la sección segunda de la Audiencia de Alicante, dio por concluida la vista oral del caso.

El asesino, según declaró su letrada al término de la vista oral, también expresó su arrepentimiento por los hechos cometidos y su voluntad de pagar por los delitos imputados, incluida la indemnización de 100.000 euros que el fiscal solicita para los familiares de las víctimas, en concreto una hermana de la mujer asesinada, por daños morales.

El agresor asestó 20 puñaladas al hombre y ocho a la mujer para robarles

El procesado, de acuerdo con el escrito final del fiscal, asesinó al matrimonio, un hombre de 85 años y su mujer, de 78, asestando al primero un total de 20 puñaladas y ocho a la segunda.

Los hechos ocurrieron sobre las once de la mañana del 16 de junio de 2008. Ese día el procesado se dirigió a la vivienda de la pareja, en el municipio de Moraira, para la que había trabajado de jardinero años atrás.

El acusado esperó al matrimonio escondido hasta que llegó a su domicilio, aproximadamente una hora más tarde. En ese momento, el procesado sorprendió a sus víctimas en el rellano de la casa para pedirles dinero y para ello los amenazó esgrimiendo un cuchillo de 25 centímetros de hoja.

Ante la negativa de la pareja a entregarle dinero alguno, el acusado se abalanzó sobre ellos y les asestó numerosos navajazos en el cuerpo, según asegura el fiscal en su escrito. A continuación, el agresor les arrebató las llaves de la casa para entrar en ella, donde cogió una toalla con la que limpió la sangre del rellano, y arrastró el cadáver del hombre y el cuerpo aún con vida de la mujer hasta el interior de la vivienda.

Tras apropiarse de las tarjetas de crédito, de 250 euros en efectivo y de las llaves del coche del matrimonio, el homicida se quitó su ropa y se puso una camisa, un pantalón y unas zapatillas deportivas del hombre. Más adelante, introdujo sus prendas de vestir en una bolsa de basura que más tarde arrojó a un contenedor de basura. Luego abandonó el lugar del crimen, dejando aún con vida a la mujer. Esta falleció a las pocas horas en el lugar de los hechos.

Al filo las 21.30 del mismo día regresó a la vivienda y cogió el turismo de la pareja, que abandonó más tarde para simular que ésta se había marchado del domicilio. Igualmente, utilizó las tarjetas de crédito sustraídas para extraer 6.100 euros en distintos cajeros de Moraira y del vecino municipio de Calp, según la fiscalía.