Huelga en la planta de basuras de A Coruña
Una huelga indefinida afecta desde la noche del domingo a la planta de tratamiento de residuos de Nostián, en A Coruña. Pero con unos servicios mínimos del 95%, la dirección de la empresa que gestiona esas instalaciones, Albada, confía en garantizar que ese paro no afecte a los ciudadanos. La recogida de basuras en la ciudad, de la que se encarga otra empresa, no está implicada en este conflicto laboral. La readmisión de un trabajador despedido (según la empresa, por agredir a un guardia de seguridad), que está acampado desde principios de mes ante la planta, el cumplimiento de un preacuerdo suscrito en abril y un nuevo convenio colectivo son las exigencias de los empleados de Nostián para poner fin a su protesta.
Al inicio de la huelga, el domingo, se registraron, denunció Albada, "numerosos incidentes", como la retención del gerente de la planta, lo que motivó una denuncia. También, aseguró la empresa, se lanzaron bengalas que provocaron diversos focos de incendio, rápidamente sofocados por la plantilla.
La dirección de Albada insistió ayer a través de un portavoz que confía en poder tratar todos los residuos durante el paro indefinido "en las instalaciones de Nostián o fuera de ella". "Tenemos plan B", aseguró ese portavoz al indicar que si los servicios mínimos que de momento se cumplen "al cien por cien" no son suficientes, se enviará la basura a la planta de Sogama que la Xunta tiene en Cerceda.
Acción "mediadora"
El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, instó a la dirección de la concesionaria y al comité de empresa a sentarse a negociar para "poner fin" a la protesta. El regidor minimizó los incidentes en la primera jornada de huelga y descartó que se tratase de "hechos graves". Negreira considera que no es el Gobierno municipal del que depende retomar las negociaciones sobre este conflicto laboral, aunque indicó que en su opinión, no existen "diferencias insalvables" entre el comité de empresa y la dirección de Albada para llegar a un acuerdo. "Se está en tiempo para seguir negociando", afirmó el alcalde, confiado en que los vecinos de A Coruña "no sufran las consecuencias" de este paro.
Socialistas, nacionalistas y Esquerda Unida reclamaron del Gobierno local una intervención "mediadora" para resolver un conflicto que, si se prolonga, puede llevar al colapso de la planta.
