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Bloc, Iniciativa, Compromís

Hace tiempo que un conjunto de militantes de la política valenciana, en mi caso 43 años, observamos que el Bloc funcionaba como una franquicia. Era el carácter del franquiciado en cada localidad el que determinaba el carácter de la política a seguir, sobre todo la de bloques. No era lo mismo Nomdedeu en Castellón, que los franquiciados de Gandia o Algemesí.

El Bloc, desplegaba una red (tentáculos creo que es más gráfico) en la que "zurcía" una influencia local, pero carecía de proyecto común y homogéneo y, sobre todo, de una estructura capaz de darle consistencia a lo largo y ancho del "PV".

Había, hay, una estructura local, mejor o peor coordinada, que funciona rascando votos entre la mejor de las devociones, el mejor de los "cabreos" y una cierta marginalidad.

Ese es el Bloc, esa es su base social, ese ha sido hasta ahora su modus operandi y, sobre todo, su actual actuación, abiertamente vampirizadora, de los méritos de sus socios.

El Bloc tiene lo que tiene, y eso es fácil de constatar, basta con ver la secuencia de resultados de las 10 últimas convocatorias electorales.

¿A qué se debe este espectacular despegue de 2011? Pues es sencillo. De un lado la decepción de votantes socialistas, que se alinearon con el PSOE tras muchas operaciones de absorción de la izquierda comunista no contaminada por los "últimos estertores del KGB". Me refiero a Nueva/Nova Izquierda/Esquerra, previamente la fracción de Santiago Carrillo "PTE-UC" etc... etc... De otro lado a los que ejercitaron en anteriores comicios "el voto útil".

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El resultado final es casi el mismo, con matices, pero sin divergencias dramáticas.

Se ha producido una decepción, supongo, con el asunto de "recuperar el voto útil". Después de lo visto, el voto útil, lo ha sido, pero en beneficio del PP. No vale decir que solo unos pocos, basta con que se beneficie uno. Quién ha dado su voto a EU pensando que el voto útil era más útil "ahí" se han encontrado que el voto, en más casos de los aceptables, ha ido a beneficiar al PP.

Por otro lado, y en la Comunitat, que es en donde centra y circunscribe su actuación, el Bloc ha actuado confundiéndonos con una triple personalidad (¿Triple Larios?), en unos sitios era el Bloc, en otros Compromís y en otros quedaba la marca Iniciativa.

El Bloc ha puesto su entramado organizativo al servicio de un discurso que no es el suyo, sino el de los escindidos del comunismo más ortodoxo, es decir, el comunismo más moderno.

El Bloc ha puesto al frente de las candidaturas los iconos que siendo de izquierdas, a la izquierda del PSOE no se confunden con lo más ancestral del estalinismo superviviente. Ribó, Oltra o Mollà ponen la efigie y la fiabilidad de un discurso, que hasta ahora y con solo el del Bloc no lograba levantar mas del 2,7% de lo votos.

Cada vez que el Bloc ha entrado en el Palacio de Benicarló, lo ha hecho de la mano y en el seno de una coalición con los comunistas ortodoxos. En 2007 hizo una ruptura con ellos, forzó la de terceros y, de nuevo bajo su manto y amparo, se han presentado, esta vez, eso si, y en el fragor del tsunami de las reformas económicas, ha conseguido un plus de 5 puntos, que no siendo propios, les han colocado en el epicentro de la política valenciana.

La irrupción de Compromís, que no del Bloc, es frágil, tiene esa característica. El pensamiento del Bloc hace años que quería verse en el espejo de CIU, Iniciativa no. Si no entran en conflicto y mantienen su distribución de roles, pueden sobrevivir e incluso avanzar. Para eso deberán aparcar sus diferencias programáticas, que las hay, sacrificándolas en aras del resultado electoral. En ese escenario ¿le seguirán votando los que les han votado ahora?

Porque ahora, el 22 de mayo, Compromís, que no el Bloc, tampoco Iniciativa, ha atrapado el voto socialista descontento con las reformas de mayo de 2010 pero a su vez, resuelto a no dar recorrido a Izquierda Unida.

Las fuerzas emergentes a la izquierda del PSOE son muy frágiles, su única opción de sobrevivir, por cierto nada virtual, es que la fragilidad del PSPV es aún mayor.

Si el PSPV-PSOE no se toma en serio los problemas que tiene y encuentra rápidamente soluciones, le puede ocurrir lo que a las Gigantes Rojas, si su masa es menor que 1,4 veces la del sol se convierten en Enanas Blancas, pero si es mayor de 1,4 acabará explotando como una supernova, finalizando su recorrido con la generación de un "agujero negro". Ambas sucumben.

Juan Ferrer es ex concejal socialista del Ayuntamiento de Valencia

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