Los indignados celebrarán asambleas en la plaza tras el desalojo en Valencia
Más de 300 indignados se reunieron ayer en asamblea en la plaza del Ayuntamiento de Valencia tras el desalojo policial de la madrugada. Megáfono en mano como los primeros días, los indignados decidieron celebrar asambleas semanales en la plaza. Pasadas las 22.00, unos 200 marcharon hasta la Delegación del Gobierno para quejarse por el desalojo. Incluso hablaron de acampar en la céntrica calle Colón.
Por la tarde, la plaza parecía la del mes de mayo, cuando una diversidad gigantesca de individuos tomó el espacio para criticar un sistema "injusto". Mes y medio después, pese a las similitudes superficiales de ayer, la realidad es bien distinta. La acampada ha terminado, el 15-M vive ahora en los barrios y pueblos de la comunidad y el verano invita a un parón que deja pocas incertidumbres hasta el otoño. La más importante atañe al futuro de la marcha indignada, que salió de Valencia el 20 de junio y llegará a Madrid el 23 de julio. ¿Serán capaces de levantar manifestaciones como el último mes y medio o el 15-M impondrá un letargo estival?
Antes de las 20.00, decenas de indignados esperaban la asamblea sentados en la plaza. Los más activos escupían la injusticia del desalojo al megáfono y los demás miraban mientras comentaban las últimas noticias. Unos temían que el grupo de campistas irreductibles tratase de alargar la asamblea hasta que fuese demasiado tarde para abandonar la plaza o que la trasladasen a otro lugar como luego ocurrió. No era poca cosa. La delegada del Gobierno en Valencia, Ana Botella, había avisado de que era "implanteable desalojar una acampada para que se instale otra". Otros criticaban el nacimiento del partido político Movimiento Anti Crisis 2012. Como sus fundadores habían rondado la acampada de Valencia los primeros días, los indignados veteranos intercambiaban irónicamente sus impresiones. Uno de los fundadores, decían, era aquel tipo de acento porteño y pelo blanco que se pasaba el día pegado a un maletín, largando las bondades de una ley incomprensible.
1De cualquier manera, la noticia del día era todavía el desalojo policial de la madrugada. Más de cien agentes, según explicó la delegada del Gobierno por la mañana, habían integrado el operativo para desmontar la acampada de la plaza del Ayuntamiento. Botella explicó también que los servicios de limpieza habían sacado 15 camiones llenos de enseres de los acampados y que podrán recuperarlos si contactan con el Ayuntamiento. De cara a las elecciones generales del próximo mes de marzo y las posibles movilizaciones ciudadanas, la delegada declaró que la relación entre la policía y el 15-M ha sido un ejemplo de convivencia por la cantidad de horas que han compartido sin incidente alguno y que, además, la próxima vez, si hay próxima vez, les cogerá "más curtidos".
Botella, que habló de convivencia, diálogo y buen entendimiento, ignoraba que por la noche, un centenar largo de indignados trataría de acampar frente a su despacho de la calle Colón. Los indignados, prácticamente los mismos que frecuentaban últimamente la acampada de la plaza del Ayuntamiento, se jalearon por la tarde en la asamblea y, al final, el megáfono dijo que prolongar la reunión en los cuatro carriles de tráfico de la calle Colón resultaba una buena idea. Al cierre de esta edición, aun discutían ante la mirada atenta de cada vez más agentes de policía. La mayoría de ellos, en todo caso, ya se había marchado.
Así, el 15-M entra definitivamente en una nueva etapa. Definitivamente porque con el desalojo de Valencia, la comunidad se queda sin acampadas. Solo Ontinyent, Elche, Mislata y Alcoi mantienen pequeñas carpas y puntos de información. Las comisiones asumen así la mayor parte de trabajo. El objetivo, además de apoyar la marcha a Madrid, apunta a consolidar la estructura de los barrios e incluso a incorporarse a las Juntas Centrales de Distrito, caso de la asamblea del barrio de Russafa. En cuanto a la marcha, los caminantes visitan Valencia por turnos para mantenerse en contacto con los indignados veteranos. Guzman, que ayer andaba por la plaza, explicaba que hoy llegarán a Albacete. A su paso por pueblos, los 60 que son tratan de explicar a la población por qué marchan y qué critican.
Por su parte, los miembros del movimiento 15-M en Alcoi se constituyeron ayer en asamblea tras recibir una notificación del Ayuntamiento negándoles la cesión de un local si no se constituyen legalmente como asociación y siguen los trámites legales para poder hacerlo.
Unas 50 personas permanecían concentradas al cierre de esta edición esperando a ser desalojados por la policía, dado que el lunes ya decidieron que no desmontarían el campamento a pesar de la orden de la Subdelegación del Gobierno de Alicante instándoles a poner fin a la acampada.
"Es increíble, estamos luchando contra la actual manera de proceder y nos quieren obligar incluso a abrir una cuenta bancaria en la que podamos domiciliar los recibos de la luz y los gastos que generaría la cesión de un local que en ningún caso podríamos obtener antes de dos años siguiendo el procedimiento establecido", manifestó uno de los indignados, informa Artur Balaguer.
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