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Otra exigencia de Navantia encarece en 20 millones el puente de La Pepa

La empresa quiere un nuevo dragado para el transporte de torres eólicas

Una nueva reclamación de la empresa Navantia, responsable de tres astilleros en la bahía de Cádiz, supone un nuevo obstáculo para la obra del segundo puente sobre esta comarca, el proyecto de carretera más costoso que ahora mismo está ejecutando el Ministerio de Fomento. La compañía naval ha reclamado un nuevo dragado de la zona de navegación para poder aspirar a contratar torres eólicas y así diversificar su producción. El Gobierno central ya se ha puesto en contacto con la Junta para transmitirle esta modificación en el proyecto que obligaría a una nueva declaración de impacto ambiental y a asumir un incremento presupuestario de más de 20 millones de euros.

La petición de Navantia no es la primera sobre el puente de La Pepa que unirá Cádiz con Puerto Real y se convertirá en el tercer acceso a la capital gaditana por tierra. La presión de la empresa naval y sus trabajadores hizo que el proyecto inicial, diseñado por el ingeniero Javier Manterola, tuviese que incorporar un tramo móvil para que se levantase al paso de los barcos más altos que se pudiesen encargar en los astilleros. Nunca hasta ahora se han contratado buques de esas dimensiones pero la compañía no quería perder competitividad. Por razones económicas se optó finalmente por un tramo desmontable. La exigencia encareció el proyecto y lo ralentizó. También exigió un dragado para que no hubiese problema de calado. Esa obra, que solo se ejecutará si se contrata algún barco de este tipo, obligó a elaborar una declaración de impacto ambiental, que ya está aprobada, y que contempla drenar 55 de las 72 hectáreas del canal de navegación para garantizar una profundidad de 11 metros y medio.

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Esta profundidad se entendía como suficiente para los barcos que Navantia quiere construir. Pero, según reveló ayer la consejera de Obras Públicas y Vivienda, Josefina Cruz, ahora la empresa naval ha reclamado otro nuevo dragado de hasta 14 metros de profundidad. Es lo necesario para que puedan pasar barcos que transporten molinos de viento. La compañía aspira a este tipo de contratos, que en un futuro puede incrementar su demanda y así diversificar su actividad. Según Cruz, Fomento se ha puesto en contacto con la Junta porque ambas administraciones han de sufragar la obra.

El Gobierno andaluz comprometió unos 60 millones para esta obra para que se atendiera su solicitud de que el puente incorporara una plataforma para el tren tranvía. El primero de los tres pagos coincide con el coste aproximado del nuevo dragado que reclama Navantia. De ahí que ambas administraciones tengan pendiente cerrar esta operación económica, sobre el que la Junta tiene sus reservas. "Son 20 millones de euros y eso no es cualquier cosa", advirtió ayer la consejera.

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Fuentes de Fomento explicaron que el dragado no debe ser un problema para ejecutar en plazo la obra, que se encuentra al 80%, con lo que se espera terminarla a lo largo de 2012. Confían en que se pueda alcanzar un acuerdo entre el Ministerio, la Junta y la Autoridad Portuaria para aprobarlo y financiarlo.

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