Granados vuelve como diputado raso

El exconsejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, pasó ayer literalmente a la segunda fila. Bajó tras el pleno de su nuevo sillón de diputado raso en la bancada del salón de plenos y compareció en los pasillos para congratularse de su nuevo destino. Asegura que está "encantado de ser senador del Reino de España", un cargo desde el que promete "dar mucha guerra". Explicó que no acudió a la toma de posesión -su ausencia fue la comidilla de la mañana- para no quitar protagonismo a los consejeros. Según dijo, previamente se lo comunicó a la presidenta Esperanza Aguirre, la mujer de la que asegura haber "aprendido prácticamente todo" lo que sabe de política. Considera que su sustituta, Regina Plañiol, lo hará "infinitamente mejor" que él. Y mantiene que está en política para hacer "una buena labor" porque tiene puesto asegurado en la empresa privada, tras su experiencia como alto directivo de un banco francés. No hizo comentarios sobre su supuesto rechazo a ejercer como portavoz del Grupo Popular en la Asamblea. Eso, dijo, forma parte de sus "conversaciones privadas" con la presidenta. Además de Granados, serán senadores otros cuatro populares (Gádor Ongil, Beatriz Elorriaga, Elvira Rodríguez y Luis Peral) y los socialistas Tomás Gómez y Maru Menéndez.