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Reportaje:DINERO & INVERSIONES

Los osos enseñan sus garras

Los bajistas tienen inversiones en la Bolsa española valoradas en 2.000 millones

La Bolsa se divide entre inversores toros (alcistas) y osos (bajistas). Son los grandes fondos que marcan tendencia, y luego está el rebaño (minoristas), que siempre va a rebufo de sus movimientos. Los osos son los que peor fama tienen -algunos hasta les llaman especuladores, como si inflar los precios de un activo no tuviera nada que ver con este concepto-. Los osos apuestan por la caída en Bolsa de una compañía pidiendo prestadas acciones de esta con la esperanza de que su cotización baje y eso les permita recomprar los títulos más baratos pasado un tiempo, apuntándose así la plusvalía.

Hace un año, la CNMV decidió aplicar una mayor transparencia a los movimientos de los bajistas. Cada 15 días, el supervisor publica las posiciones cortas agregadas de los valores (incluyen las apuestas bajistas que oscilan entre el 0,2% del capital y el 0,5% comunicadas a la CNMV, así como las superiores o iguales al 0,5% que ya han sido publicadas al mercado). Actualmente, 47 empresas cotizadas españolas sufren la presión de los bajistas, y en muchos casos las apuestas en corto están en máximos desde que hay datos. En total, las inversiones de los osos en España tienen un valor de mercado de 1.979 millones de euros.

Los valores donde mayor peso tiene las posiciones cortas son Abengoa e Indra
Entre los grandes del mercado solo se declaran inversiones bajistas en Iberdrola

Cuando en junio de 2010 se hicieron públicas por primera vez las posiciones cortas agregadas, los bancos medianos concentraban el apetito de los bajistas. Se acababa de aprobar el primer rescate de Grecia, el Gobierno había dado un giro de timón en su política económica y en el mercado había muchas dudas acerca de la salud del sistema financiero español, principalmente en el caso de aquellas entidades cuyo negocio se concentra en España.

Transcurridos 12 meses, la banca mediana sigue acaparando importantes inversiones en corto. En el

Banco Popular, los bajistas declaran el 4,38% del capital (llegaron a tener el 5,54% en noviembre pasado), en el Banco Sabadell suponen el 2,09% (el máximo fue en diciembre de 2010, con el 4,98%) y en el Bankinter acumulan el 5,08% (el tope por ahora está en el 5,36%).

Este grupo de inversores -constituido principalmente por hedge funds estadounidenses y británicos- empieza a echar el ojo, sin embargo, a otros sectores de perfil industrial. De hecho, las principales posiciones bajistas se dan en Abengoa y en

Indra. En el caso de Abengoa, las posiciones cortas agregadas suponen el 7,88% del capital y a principios de este mes superaron incluso el 8% (hace un año apenas suponían el 3,68%). El grupo andaluz, presionado por sus niveles de endeudamiento, ha procedido a una serie de desinversiones (Telvent, activos en Brasil) durante las últimas semanas. Por su parte, los bajistas en Indra han ido escalando posiciones poco a poco y ya tienen el 7,35%, nivel máximo desde que hay datos públicos. Tanto en Indra como en Abengoa, el peso de las posiciones cortas es aún mayor si se tiene en cuenta que son compañías con un capital flotante (acciones que cotizan libremente en Bolsa) que no supera el 50%.

Otras compañías donde los bajistas se han hecho fuertes son las siguientes: FCC (tienen el 4,2% del capital), Gamesa (3,4%), Mediaset (2,5%), Meliá (2,4%), Acerinox (2,4%) y Amadeus (2,1%).

Las hedge funds que utilizan posiciones bajistas suelen fijarse en empresas con problemas en sus resultados o con balances más débiles. También intentan sacar tajada de operaciones corporativas (fusiones, adquisiciones...) Muchos bajistas se pusieron cortos en

Grifols en los meses previos al cierre de su operación en EE UU (compra de Talecris). Si las autoridades locales no autorizaban la adquisición, el fabricante de hemoderivados español sufriría en Bolsa. No fue así, y esto se ha traducido en la disminución de bajistas en Grifols que en pocos meses han pasado de suponer el 3,81% a tener solo el 1%. Hay que tener en cuenta que cuando uno de estos fondos especulativos se pone corto en un valor, el efecto suele ser de caídas en la cotización. Sin embargo, cuando el inversor bajista quiere cerrar la posición debe recomprar esas acciones para no aumentar las minusvalías, generando el efecto contrario.

En las últimas semanas han aflorado posiciones cortas en nuevos valores. Se trata de compañías envueltas en algún tipo de cambio corporativo. Ebro Foods, por ejemplo, ha sufrido un importante revés en Australia tras la negativa de los accionistas de Sunrise a aceptar su OPA. En el caso de Pescanova, uno de sus principales accionistas (Novacaixagalicia) está haciendo caja con su participación. Por su parte, en Cementos Portland, el accionista mayoritario (FCC) ha anunciado que estudia desinversiones en algunos activos de EE UU.

Las empresas donde el peso de los bajistas en el capital ha caído en los últimos meses son

Acciona, ACS, Antena 3 TV,

Gamesa, Grifols y Prisa.

En el caso de los grandes valores cotizados en la Bolsa española, los datos publicados por la CNMV no recogen posiciones cortas superiores al 0,2% en Telefónica, Banco Santander, BBVA, Inditex o Repsol. El único blue chip donde el peso de los inversores supera el umbral a partir del cual hay que hacer públicas estas inversiones es Iberdrola, donde las posiciones cortas suponen precisamente el 0,2% del capital.

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