Tradición, alcohol y seguridad

"Mantuvimos el dispositivo de seguridad habitual desde hace 10 años. Incluso se aumentó algo", decía un apesadumbrado Carlos Negreira en el lugar donde se ahogó la víctima. El grupo municipal socialista mostró su solidaridad con las familias de las víctimas y con la labor de los servicios de seguridad, y el nacionalista se puso a disposición del alcalde para perfeccionar las medidas de seguridad. La tradición de San Juan es muy popular en A Coruña, pero la de celebrarlo multitudinariamente en la playa no tiene más de una década. La costumbre informativa local al día siguiente son las estimaciones de concurrencia ?sobre 100.000 personas, 70.000 de ellas en Riazor-Orzán?, el número de toneladas de desperdicios recogidas ?200, un 24% más que año pasado? y el de asistencias sanitarias ?Cruz Roja y Protección Civil atendieron a 85 personas por quemaduras, a 22 por intoxicación etílica y a 11 por arena o ceniza en los ojos, de las que 66 fueron trasladadas a un centro hospitalario?.

"Estuve poco más de una hora en la playa, y me cansé de informar de barbaridades a los de Protección Civil, que me decían que no daban abasto", contaba ayer Gustavo P., uno de los asistentes a la celebración.

Las medidas son puestos de socorro con ambulancias medicalizadas, controles en los accesos y personal en el arenal, pero no inspecciones de las dimensiones de las hogueras o de la distancia entre ellas. Había también zodiacs con buzos, pero solo hasta las 8 de la mañana, según fuentes municipales, que aseguran que tampoco podrían haber actuado donde se ahogó la víctima porque era demasiado cerca de la orilla.