La Universidad coruñesa exige una residencia pública

La Universidade da Coruña rechaza de plano que la Xunta construya una residencia para estudiantes y profesores, la primera de carácter público en este campus, a través de un sistema concesional, es decir que entregue su gestión a la empresa privada que la construya. "Queremos una residencia pública", reclamó ayer el rector coruñés, José María Barja, acompañado de todo su equipo.

Barja pedirá una reunión con el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, de quien depende el Instituto Galego da Vivenda e Solo, responsable de acometer el proyecto. Y la Universidad estudia recurrir la decisión de la Xunta de cambiar el proceso para construir esta infraestructura, pendiente desde hace seis años y ahora anulada en su fase final de tramitación.

Para el rector coruñés, es imprescindible el diálogo entre la Xunta y la institución académica a fin de buscar "posibles soluciones". Barja entregó documentación sobre el convenio suscrito con la Xunta en el que se establece la construcción y gestión pública de esta residencia. Para la universidad coruñesa, la opción que eligió la consellería tras mantener paralizado desde hace dos años el proyecto supone "hipotecar" a la institución "durante 35 años, sin garantía de que existan precios públicos adecuados en una infraestructura de servicio público que no debe someterse a una lógica de lucro mercantil". A la universidad coruñesa, la única de Galicia sin residencia pública, se incorporan cada año unos 10.000 alumnos que vienen de fuera de la ciudad.

Seis años de retraso

Barja recordó que ya se ofreció a la Xunta, ante la imposibilidad, como alega ahora, de asumir esa construcción con cargo únicamente a los presupuestos gallegos, reducir el número de plazas en la residencia o realizar el conjunto del proyecto "por fases". "Si transcurren siglos, a lo mejor ya no precisamos residencia", ironizó el rector al recordar que el retraso en su ejecución se remonta a hace seis años. Y destacó que "en estos tiempos" de crisis a las universidades ya se les "pide mucho" puesto que se les "recorta" la financiación. Para el equipo de gobierno de la institución coruñesa, es posible encontrar soluciones, como reajustar en varias anualidades el pago de los 24,4 millones de euros que costará acometer un proyecto que todos, incluida la Xunta, reconocen como necesario.