11,7 millones menos de gobernados por el PSOE en cuatro años
Los socialistas han perdido el 53% de su poder autonómico desde 2007
Si los tres diputados de Izquierda Unida en la Asamblea de Extremadura confirman el voto que le han impuesto sus bases y dan el Gobierno de esa comunidad a José Antonio Monago (PP), el batacazo de los socialistas tras las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo será el mayor sufrido por ese partido desde la llegada de la democracia en términos poblacionales. En solo cuatro años, el PSOE habrá pasado de 22.175.310 ciudadanos gobernados por un presidente de su partido a 10.407.841. Su poder autonómico se vería reducido en 11.767.469 personas, es decir, en un 53% respecto a 2007.
Todo ello basándose en las proyecciones del censo para abril de 2011 publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y teniendo en cuenta los resultados de las elecciones de las comunidades de vía rápida -Cataluña, Galicia, Andalucía y País Vasco-, en las que, salvo en el último caso, los socialistas también salieron castigados.
El batacazo podría consumarse tras las andaluzas y las generales
Si se cumplen los deseos de las bases de IU, Extremadura (1.083.452 habitantes) se sumará a las otras cuatro comunidades perdidas por el PSOE en las pasadas elecciones -Castilla-La Mancha, 2.049.495; Aragón, 1.315.250; Baleares, 1.087.772; y Asturias, 1.054.951-, aunque en esta última comunidad, socialistas y populares todavía podrían arrebatar la presidencia al ex secretario general del PP Francisco Álvarez-Cascos (Foro Asturias Ciudadanos). En Cantabria, donde el PSOE gobernaba en coalición con los regionalistas de Miguel Ángel Revilla, el PP también ha obtenido mayoría absoluta.
Extremadura, además, supone una derrota histórica después de 27 años de Gobierno socialista. Como en Castilla-La Mancha, es la primera vez en que el Ejecutivo cambia de manos. En esta última región el PP obtuvo el 22-M la mayoría absoluta y la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, se convertirá en presidenta. Entre las pérdidas más representativas se encuentra también Aragón -donde el PSOE ha gobernado las últimas tres legislaturas, y que, tras el apoyo al PP pactado el sábado por el antiguo socio de los socialistas, el Par, estará gobernada ahora por Luisa Fernanda Rudi- y Asturias, territorio también perdido por primera vez desde 1999 y donde, también por primera vez en democracia, el PSOE ha dejado de ser la fuerza más votada.
Pero el poder autonómico del PSOE podría reducirse aún más y quedar bajo mínimos el próximo marzo. Para esa fecha están previstas las elecciones andaluzas. La única comunidad que permanece aún en manos del PSOE desde su creación en 1981, su auténtico bastión en términos de población (8.268.541 habitantes) y tradicional vivero de votos, no parece que vaya a seguir siéndolo por mucho tiempo. Su presidente, José Antonio Griñán, que heredó el cargo de Manuel Chaves al ocupar este la vicepresidencia tercera del Gobierno central, es más que probable que salga derrotado. Con un PSOE asediado por casos de corrupción -como el de los falsos ERE-, todos los sondeos otorgan la victoria al PP, cuyo líder, Javier Arenas, se convertiría en el próximo presidente.
Y eso sí que sería una auténtica debacle socialista. Los 22.175.310 españoles con presidente autonómico del PSOE que había en 2007 se quedarían en 2.139.300 -los habitantes del País Vasco, la única comunidad con Gobierno socialista, aunque el PSE no es la fuerza más votada, sino el PNV-. Si se cumplen los pronósticos, el poder autonómico socialista se habrá reducido en más de un 90% en cinco años. Y a ello se podría sumar una posible victoria del PP en las generales. El partido de Mariano Rajoy quedaría entonces convertido en fuerza hegemónica.
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