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Reportaje:Carreras y Capital Humano

Hasta en el último rincón

Escuelas de negocios nuevas o periféricas buscan hacerse un hueco especializándose en la industria local y en necesidades recientes

Cristina Delgado

España lleva años colándose en los rankings de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo. Esade, IESE o IE Business School, todas con décadas de experiencia en la formación de empresarios, se codean con la élite de las instituciones que enseñan a hacer negocios en todo el mundo. Sin embargo, no solo en Madrid y en Barcelona se puede aprender a dirigir un imperio. Y no solo los centros privados se atreven. Para captar alumnos, la periferia y los más novatos apuestan por los lazos con la industria local, precios más competitivos e incluso por tratar al alumno como si fuera de la familia.

"El sector de las escuelas de negocios en España es muy amplio, porque tradicionalmente ha existido para suplir una carencia del sistema universitario: muy bueno en cuanto a conocimientos técnicos y en investigación, pero muy alejado del mundo de la empresa", explica Héctor Martínez, secretario general de la Asociación Española de Escuelas de Negocios (AEEN). Por eso, cree Martínez, España tiene jugadores muy potentes en el sector. "Pero además también tiene un importante mercado local", señala. Es difícil, dice, acotar qué es una escuela de negocios y qué no. En general, calcula que hay entre 50 y 60 centros que imparten educación que podría considerarse para profesionales de los negocios. "Si hablamos de las que están en los grandes rankings internacionales, nos quedaríamos con cinco o seis. Otro modo es con las acreditaciones. Nosotros, por ejemplo, hemos creado una para que los alumnos sepan guiarse y saber qué centros son serios", comenta.

Los programas en ciudades pequeñas pueden costar hasta 10 veces menos

El mayor reto al que se enfrentan las escuelas en la actualidad es la caída de alumnos del mercado nacional. Por eso incluso las más pequeñas se han visto obligadas a lanzarse a la carrera de la internacionalización. Un claro ejemplo de esa lucha es Fena, una escuela fundada en 1990 con sedes en Gijón y Oviedo. "Es cierto que es más complicado atraer alumnado de fuera si estás en Asturias que en Madrid o en Barcelona, porque además a nosotros el clima no nos acompaña mucho", reconoce su director, Fernando Hevia. "Pero Asturias es una tierra tradicional de emigrantes. Así que hemos apostado por captar estudiantes que son descendientes de gente de nuestra tierra", cuenta resuelto. "Hay quien vive en México, pero todavía tiene familia en Oviedo. O ha escuchado a sus abuelos hablar de Gijón", asegura. Es un mercado pequeño, reconoce, pero existe. En busca de alumnos han ido incluso a China, donde enseñan español a empresarios.

Otro de sus puntos fuertes, asegura Hevia, es su estrecha relación "con el entramado empresarial de la zona". Fena es una fundación en la que participan 60 empresas de la región, y esto hace que el contenido de sus clases esté muy enfocado a problemáticas de la industria local.

Con este mismo argumento defiende su escuela Francisco Cabrera, responsable de relaciones internacionales de Fundesem, escuela de negocios de Alicante. "No tenemos vinculación religiosa alguna. Nuestros patronos son 270 empresas, a las que conocemos y con las que trabajamos para saber las necesidades que tienen los directivos de hoy", dice. Su centro, para convencer a los extranjeros, además de vender las bondades del clima de Alicante apuesta por el "trato cercano". Por ejemplo, cuando llega un alumno extranjero, van a recogerlo al aeropuerto y le acompañan a buscar piso o le facilitan contacto con compañeros de máster para que compartan alojamiento. "Si hace falta, hasta les gestionamos la documentación personal", presume Cabrera.

Además, al igual que en el caso de Fena, Fundesem también señala otro elemento clave que las diferencia de los grandes jugadores del sector: el precio. Mientras un programa de las grandes escuelas puede rondar los 70.000 u 80.000 euros, a lo que hay que añadir los gastos que supone vivir en una capital grande, un Master in Business Administration (MBA) en Fundesem cuesta como máximo 15.000 euros, y en Fena, cerca de 6.000 euros. "Estar en la periferia nos permite ofrecer mejor precio. No vendemos marca, vendemos conocimiento y calidad de vida, ya que Alicante no es una ciudad cara. Y muchos de los profesores que dan clase aquí, también imparten lecciones en Esade o IESE como asociados", defiende Cabrera.

Para precios competitivos, los de la Escuela de Negocios del Mediterráneo. Los 28 alumnos que tiene este centro de Ceuta no han pagado nada. Pero tiene truco: la escuela cuenta con una subvención de la Unión Europea. "El objetivo era lanzar una escuela de negocios en una zona transfronteriza como es Ceuta para aprovechar su situación estratégica entre el norte de Marruecos y el sur de Europa", dice su director académico, Arjan Sundardas. En Marruecos, asegura, no hay escuelas de primer nivel, y en lo que considera su zona de influencia (Campo de Gibraltar, Ceuta, Algeciras...), tampoco. Cuenta orgulloso que el proyecto ha obtenido unas valoraciones excelentes por parte de la Unión Europea.

La escuela de Ceuta no siempre será gratis: de momento, el único programa que tienen, que comenzó hace seis meses y está dirigido a directivos con experiencia que acuden a la sede de la escuela viernes y sábado, está completamente subvencionado, aunque cada curso su precio irá subiendo hasta que finalmente los alumnos paguen su coste real. "Entre 8.000 y 10.000 euros", calcula Sundardas. De los 28 alumnos que tienen este año, un tercio son empresarios; un tercio, directivos de empresa pública, y otro tercio, directivos de mandos medios en empresas grandes. Cuatro son de Marruecos. "El objetivo es que acaben llegando un tercio de la Península, otro de Ceuta y otro de Marruecos, para aprovechar el intercambio cultural", asegura.

¿Puede alguien convertirse en un directivo de éxito en un centro de Ceuta con un solo año de vida? "Para asegurar la calidad de las clases tenemos acuerdos para usar el material de algunos de los grandes centros españoles. Además, muchos de nuestros profesores son de esas mismas escuelas y se desplazan a Ceuta los días de las clases aquí", dice el director.

La cercanía a los alumnos es una de las bazas que juegan los centros pequeños.
La cercanía a los alumnos es una de las bazas que juegan los centros pequeños.GETTY IMAGES

Un centro con poso público

Si algo tienen en común las escuelas de negocios, sean grandes o pequeñas, es que son centros privados. Algunos tienen vinculaciones religiosas, otras son fundaciones con decenas de empresas en su patronato. La Barcelona School of Management, que se presentó hace unos días, presume de ser "la primera escuela de negocios adscrita a un centro público". Es un proyecto de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (UPF). "Sabemos que es un momento económico complejo, pero si conseguimos sacar la escuela adelante y que crezca, será muy fuerte", dice el rector de la UPF, Josep Joan Moreso. Aunque la escuela empezará a impartir tres programas en septiembre (dos de Science Management, con varias especialidades cada uno, y un MBA), no parte de cero. Según Moreso, es en realidad la evolución de su instituto de posgrado y de formación continua. "La Pompeu Fabra tiene un reconocido y prestigioso departamento de Economía. Les hemos convencido para que se embarquen en este proyecto", dice el rector.

Para competir en la misma ciudad en la que ya están Esade, Iese, Eada y otras tantas, la escuela de la UPF apuesta por el prestigio de sus profesores y por sus títulos, que en el caso de los de gestión científica serán oficiales. Moreso reconoce que la universidad tradicionalmente ha estado un poco alejada del mundo real de los negocios. "Ese es uno de los retos ahora: seguir trabajando para tender puentes entre los alumnos y las empresas". -

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.
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