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Reportaje:

Rally de inversiones

La industria automovilística emprende una etapa de lanzamiento de nuevos modelos y confirma la apuesta por la producción en las plantas españolas

Durante la sesión de control del Gobierno del pasado miércoles, Mariano Rajoy increpaba por enésima vez al presidente del Ejecutivo con la falta de confianza en su gestión por parte de propios y extraños. La respuesta fue breve, apoyada en una simple cifra: 812 millones de euros. La cantidad que la multinacional automovilística estadounidense Ford va a desembolsar en los próximos dos años y con la se espera la creación de más de 1.000 nuevos puestos de trabajo en Valencia.

Y es que, además del capote prestado en esta ocasión a Rodríguez Zapatero, el sector de la automoción ha demostrado de nuevo su agilidad y su solvencia a la hora de tomar decisiones y ha renovado su apuesta por la fabricación en España. En un momento, incluso, en el que se atraviesan aguas turbulentas por la amenaza comunitaria de mejorar el respaldo arancelario a las importaciones de terceros países y el previsible endurecimiento de la normativa europea sobre las exigencias medioambientales.

En los dos últimos años han llegado 11 nuevos modelos a las plantas españolas
Seat espera ampliar este año su plantilla en unas 1.000 personas

Esa cifra, de la que 230 se destinarán a la fabricación de dos versiones del todocamino Kuga, y el resto, a algunas variantes del vehículo comercial Transit Connect, se suma a los 312 millones anunciados recientemente para la producción en Almussafes de dos versiones del Modelo C-Max.

En el caso del Transit se da la circunstancia, además, de que la planta valenciana se ha impuesto en el proceso de selección a la de Craiova, en Rumanía, dentro del plan estratégico One Ford, que según el presidente europeo, Stephen Odell, supondrá el lanzamiento de 20 nuevos modelos en los próximos tres años.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, hacía hincapié en la presentación de estas inversiones en el carácter estratégico de este sector en España, "un lugar atractivo para invertir", como demostraba la decisión de Ford.

"Con estas dos adjudicaciones, son 11 los modelos nuevos que durante estos dos últimos años de crisis han venido a las factorías españolas. Está claro que la paz social o ausencia de conflictividad, unido a las medidas de flexibilidad que han pactado empresarios y sindicatos en el seno de sus convenios, han sido un activo importante que ha pesado a la hora de tomar estas decisiones", apunta el director de la asociación que agrupa a los fabricantes, Anfac.

Junto a Ford, entre las marcas que ocupan los primeros lugares del actual rally inversor se encuentra también Seat.

Aunque perteneciente a otra marca del grupo Volkswagen, estos días se iniciaba la producción en sus instalaciones de Martorell del también todocamino Q3 de Audi tras una inversión conjunta de 330 millones de euros con la que se da empleo a 1.500 puestos de trabajo, 700 de ellos nuevos, y se consolidan unos 4.000 en la industria auxiliar. En total, Seat espera ampliar la plantilla este año en unas 1.000 personas.

En los últimos cuatro años han invertido más de 2.000 millones de euros, una cifra que podría alcanzarse también durante los cuatro próximos, según Francisco García Sanz, presidente del consejo de Seat, en los que se mantendrá un ritmo medio anual entre 400 y 500 millones.

Renault, otra de las destacadas, presentó a finales de 2009 un plan con la adjudicación de un nuevo motor y dos modelos en Valladolid, el eléctrico Twizy y uno convencional a partir de 2013, del mismo segmento que el Clio y del que esperan fabricar 80.000 unidades al año, lo que supone un turno completo de producción.

Las inversiones asociadas a este plan son de unos 500 millones de euros, de los que ya se han ejecutado más del 10% durante el año pasado.

Un plan que, según el presidente de Renault España, "va a significar el mantenimiento del empleo durante los próximos años", ya que están convencidos del interés que despertarán estos modelos en los consumidores, lo que les permite incluso "albergar esperanzas de que los volúmenes que hemos previsto podrían verse incrementados, lo que significaría nuevas contrataciones en el futuro".

Por su parte, en Opel comenzaron a fabricar el Meriva hace ahora un año, tras una inversión de 400 millones de euros, y se prepara la correspondiente para el nuevo Corsa, para el que se ha confirmado la fábrica de Figueruelas y del que saldrán los primeros modelos en el próximo trienio.

El grupo francés PSA Peugeot-Citroën prepara también un nuevo modelo para su planta de Villaverde en Madrid que, según Europa Press, se sumaría a la versión familiar (SW) del Peugeot 207 que se ensambla actualmente en Poissy. Aunque, puestos en contacto con las marcas francesas, según su director de comunicación, Jean-Baptiste Mounier, "PSA Peugeot-Citroën no desea informar sobre sus inversiones actuales y previstas en España".

La alemana Mercedes Benz tiene prevista también a corto plazo la sustitución de la actual furgoneta Vito que fabrica en Vitoria, pero que se está retrasando por la falta de acuerdo entre la empresa y los trabajadores en la negociación del convenio colectivo.

Pulso a pulso

Esta semana se han producido dos nuevos capítulos en el contencioso que desde el pasado 15 de febrero enfrenta abiertamente a fabricantes e importadores por un lado y concesionarios por otro.

El lunes arrancaba con el anuncio por parte de Anfac (fabricantes) y Aniacam (importadores) de iniciar un proceso de entrevistas entre cada marca y la asociación de sus concesionarios para "explicar" sus planteamientos. La reacción de Faconauto (concesionarios) no se hizo esperar, avisando de sus intenciones de denunciar cualquier presión o injerencia que pudieran sufrir sus asociaciones.

Con la Constitución por testigo en ambos casos, el culebrón continuará al menos durante las próximas semanas hasta que el Consejo de Ministros haga público el texto de la Ley de Distribución Comercial que presentará al Parlamento.

El principal frente de batalla se encuentra ahora en el carácter obligatorio del arbitraje para resolver los conflictos que se presenten mientras llega la ley. Los primeros se sienten avalados por una sentencia del Tribunal Supremo de 1981 que "lo declara anticonstitucional para dar libertad a las partes a la hora de negociar".

Para los segundos, la actitud de Anfac y Aniacam vulnera el derecho de asociación, refrendado en este caso en un acuerdo de sus asociados reconociéndoles como únicos representantes en las negociaciones del conflicto. Además, consideran que las cancelaciones masivas de contratos que se han producido en algunas marcas: Suzuki, Saab, Chrysler, Hyundai, y Lancia anulan la validez de los acuerdos sobre el códico de buenas prácticas.

Por su parte, Ganvam, la asociación de vendedores se ha desmarcado de los concesionarios reconociendo el "gran avance" registrado y abogando una vez más por la unión del sector.

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